Una sentencia impide a Jorge Oteiza cambiar el patronato que gestiona su herencia
La disputa por la gestión del ingente legado artístico donado por Jorge Oteiza (Orio, Guipúzcoa, 1908) al pueblo navarro (más de 4.000 tizas y esculturas, documentación y objetos personales y su casa de Alzuza) ha sido zanjada por el Juzgado de Aoiz (Navarra) en una sentencia conocida ayer, en la que se niega legitimidad al escultor para alterar la composición del patronato de la fundación que lleva su nombre.
La Fundación-Museo Jorge Oteiza se constituyó en Pamplona en 1996 con un patronato gestor formado por ocho miembros nombrados personalmente por Oteiza. En julio de 2001, el escultor, que atraviesa un precario estado de salud, otorgó una escritura pública ante notario para integrar a su albacea y representante artístico, Carlos Catalán, como nuevo miembro del órgano gestor.
El patronato se encuentra radicalmente dividido desde hace dos años. Cuatro de sus ocho vocales han denunciado que la voluntad del escultor ha sido "traicionada" por el Gobierno de Navarra (UPN). Por su parte, el Gobierno foral ha sugerido veladamente que el representante artístico de Oteiza ha forzado la voluntad del artista para reproducir, a escalas media y monumental, decenas de tizas y pequeñas piezas del legado.
La negativa a aceptar la incorporación de Catalán motivó la impugnación judicial por parte del sector crítico de todos los acuerdos adoptados por el patronato, entre ellos, el nombramiento de Luis Rosales como director del museo de Alzuza.
La juez de Aoiz afirma que "desde el momento de su constitución, la fundación no es instrumento o medio patrimonial del fundador, sino que tiene personalidad independiente".
