Las ONG abuchean a la ministra Villalobos

La conferencia inaugural se desarrolló con gran sintonía, expresada en grandes aplausos, entre los ponentes y las 15.000 personas que abarrotaban el Palau Sant Jordi, hasta que le llegó el turno a la ministra Celia Villalobos. Un sonoro y prolongado abucheo jalonó la breve intervención de la ministra de Sanidad, cuyo discurso, que pronunció en un tono crispado y tenso, apenas pudo ser audible. El motivo: el enojo de las organizaciones no gubernamentales por los problemas que, a su juicio, han causado las embajadas y los consulados españoles en algunos países pobres a la hora de conceder visados.

Ya durante la presentación de la conferencia a los medios de comunicación algunos representantes de las ONG habían insistido en los problemas que algunos delegados de países africanos, asiáticos y latinoamericanos han tenido para conseguir visados y poder entrar en España, y recordaron que a muchos se les ha denegado. En algunos casos, los consulados españoles han exigido un certificado de ingresos o una cuenta bancaria para evitar que se cuelen inmigrantes camuflados de congresistas.

Los participantes que no han podido estar en Barcelona por falta de visado fueron recordados ayer, en medio de sonoros aplausos, por varias personalidades que participaron en el acto de apertura, como el eurodiputado y presidente de la Foundation for European for Solidarity José María Mendiluce. Su intervención fue una de las más críticas y más aplaudidas. 'Ya estamos hartos de los fracasos de demasiadas cumbres, del egoísmo miope de demasiados gobernantes, de la irresponsabilidad de demasiados responsables', sentenció, a la vez que pidió a los participantes en la cita de Barcelona 'resultados positivos y compromisos urgentes para la acción'.

En un sentido igualmente crítico se expresó el presidente de la International AIDS Society, Stefano Vella. 'Los gobiernos nunca han sido los impulsores de esta batalla librada contra el sida', lamentó.

Jordi Casabona, copresidente de la conferencia, destacó la oportunidad que la cumbre constituye para 'intercambiar experiencias'.

Una espectacular escenificación de Comediants puso color y música al acto de apertura de la cumbre, que tuvo su momento más emotivo cuando se encendieron 15.000 velas en recuerdo de todas las víctimas de esta cruel enfermedad. El acto fue clausurado por la infanta Elena, quien alentó a los participantes a impulsar 'un avance decisivo' en la lucha contra el sida.