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Todo listo para montar la columna vertebral de la ISS

Un tren de carga correrá en el espacio por los raíles del armazón

La construcción en órbita de la Estación Espacial Internacional (ISS) entra en una nueva fase con el lanzamiento, previsto para el 4 de abril, del primer segmento de lo que será la columna vertebral de la base. Esa estructura, a la que se fijarán los módulos europeo y japonés, lleva unos raíles sobre los que correrá una vagoneta de transporte y la grúa articulada del conjunto. Cuando esté terminada, esta columna vertebral medirá 110 metros de longitud.

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El lanzamiento del transbordador Atlantis, con siete astronautas a bordo al mando del comandante Michael J. Bloomfield, está previsto para el 4 de abril, entre las 20 y las 24 horas. La NASA no ha especificado esta vez la hora concreta del despegue de la nave espacial como medida de seguridad ante el riesgo de un ataque terrorista, informa France Press.

En la bodega de la nave va el primer segmento, el S-zero, de lo que será la gran estructura longitudinal de la ISS. Esta pieza se enganchará al módulo estadounidense de la estación, el Destiny. De ello se encargarán los astronautas de la misión en cuatro paseos espaciales que realizarán en seis días. Más adelante añadirán otros ocho fragmentos de la estructura, que no estará terminada hasta dentro de dos años.

Cuando esté completa, con sus 110 metros, esta será la estructura más larga construida en el espacio. Además de los módulos Columbus (de la Agencia Europea del Espacio, ESA) y Kibo, japonés, en la columna vertebral de la ISS se colocarán nuevos paneles solares y radiadores de disipación de calor. El S-zero ha costado casi 900 millones de euros.

Pero la estructura, además, será lo que la NASA denomina el primer ferrocarril espacial, con unos raíles por los que se desplazará una vagoneta de carga. También servirán para mover de un lado a otro la grúa de la estación, el brazo robótico construido por Canadá y bautizado Canadarm 2.

De momento, con la misión que ahora debe comenzar, la vagoneta, llamada Mobile Transporter, no será más que una plataforma que se probará en cuanto los astronautas del Atlantis la coloquen. Pero para el mes que viene está previsto que otra misión lleve al espacio y coloque sobre la vagoneta un sistema de sujeción añadido.

Aunque el vehículo podrá manejarse por telecomando desde la misma ISS, está previsto que su operación se haga principalmente desde el centro de control de la ISS en Houston. El Mobile Transporter es un vehículo de carga, pero los astronautas también tendrán más adelante un pequeño coche de pasajeros que correrá por la vía y les ayudará en sus desplazamientos durante los paseos espaciales.

La vagoneta y el Canadarm 2 en pleno rendimiento serán muy útiles en la fase de construcción de la ISS que ahora comienza. Además, los paneles solares nuevos deben aportar la energía imprescindible para mantener los futuros módulos de vivienda y laboratorio.

Sin embargo, mientras los astronautas continúan con el plan previsto de montaje en órbita de la ISS, en la Tierra la política y la economía empañan el futuro de la base orbital internacional. El programa de la estación ha superado ya oficialmente en unos 8.000 millones de euros el presupuesto inicial (casi 20.000 millones de euros) y algunas estimaciones señalan que la cifra total real será de 34.000 millones de euros, informa space.com.

Ante esta situación, el Gobierno y el Congreso estadounidenses han dado orden a la NASA de optimizar la gestión de la ISS y disminuir costes. El plan de la agencia espacial prevé medidas como reducir de siete a cuatro el número de astronautas que podrán vivir simultáneamente en la ISS, lo que comprometería seriamente la actividad científica, que se proclama objetivo fundamental de la base en órbita.

Mientras tanto, los otros socios internacionales de la estación se mantienen atentos, tensos y expectantes ante el reajuste del programa que pueda acabar imponiendo EE UU, el socio principal.

La vagoneta en órbita

La vagoneta de la ISS pesa 885 kilogramos y está hecha de aluminio. Mide casi un metro de altura, casi tres de longitud y 2,5 metros de ancho; se desplazará por dos raíles sujetos a las vigas estructurales de la estación y alcanzará una velocidad máxima de 90 metros por hora. 'Está hecha para que sea precisa en la posición y en el control de velocidad, no para correr', comenta Randy Straub, director técnico del sistema en la empresa Boeing, contratista principal de la ISS. Aunque los dos motores que lleva la vagoneta generan sólo una centésima parte de un caballo de potencia, el vehículo podrá mover en órbita hasta 23 toneladas de carga, gracias a la ausencia de gravedad. Pero, a la vez, esta condición ha dificultado su diseño, dicen los ingenieros, que han tenido que cavilar soluciones para evitar que la vagoneta se salga de los raíles. Lleva tres grupos de ruedas: uno de propulsión y dos en las unidades de suspensión, con ruedas colocadas a ambos lados de cada raíl para evitar que el vehículo flote.

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