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El abogado de Marina Castaño dice que no hay nada que negociar

El abogado de Marina Castaño, Jorge Trías Sagnier, declaró ayer que la voluntad expresada por Camilo José Cela en su testamento es 'inequívoca' y que por tanto no hay 'nada que negociar' con Camilo José Cela Conde, único hijo del Nobel. 'Hay que cumplir la voluntad del testador a rajatabla, y si a un hijo no le gusta el testamento de su padre, tiene dos caminos: o aguantarse o acudir a las instancias que crea convenientes'.

Tras conocer estas declaraciones, el abogado de Camilio José Cela Conde, Miquel Capellà, dijo que si Jorge Trías 'no tiene nada que negociar, nos conduce así a la vía judicial', aunque afirmó: 'Haremos, con todo, un esfuerzo para que esto sea el último recurso'. 'Todos debemos hacer un esfuerzo para que esta negociación se aproxime al ámbito privado y a la discreción', señaló Capellà, quien añadió: 'Vamos a respetar la voluntad del testador, que también está sometida a la voluntad superior de la ley. Entendemos que a su hijo le corresponden dos tercios de la herencia', por lo que se trata de 'una operación aritmética'.

Para el abogado de Cela Conde, uno de los problemas fundamentales es 'el enorme valor de las donaciones' que se han realizado a la Fundación Camiló José Cela, así como que una parte 'importante' aportada a la misma pertenecía a Rosario Conde, primera esposa del escritor fallecido.

La fundación

El abogado de la viuda del Nobel señaló que de lo gestionado por Cela y Castaño, 'todo, absolutamente todo', ha ido a parar a la Fundación Camilo José Cela'. Según Trías Sagnier, 'no ha ocurrido lo mismo con todo lo que correspondió a Rosario Conde y manejó su hijo: ni se sabe dónde está. Todo está vendido', dijo el abogado. Capellà aseguró: 'A mí no me consta que se haya dilapidado nada',

Camilo José Cela instituyó en su testamento notarial, fechado en 1991, 'legítima heredera' a Marina Castaño. Aunque reconoce los derechos 'legitimarios' de su único hijo, no le deja nada expresamente, al considerarlo 'totalmente pagado' con la mitad del cuadro que le regaló, junto con Rosario Conde, hace años. Era un joan miró rasgado de 1972, tasado entre 600.000 y 800.000 euros.

Trías continuó afirmando que en lo recibido tras la separación de Cela y Conde había 'cuadros, esculturas, inmuebles, manuscritos, había tàpies, un picasso, varios violas, miralles, úrculos, mateos; había de todo. Cela decía siempre de todo ello que tenía 'un valor incalculable', le encantaba utilizar esa palabra'. 'Aquí no hay la otra parte, aquí lo que hay son dos actitudes'.

El abogado y portavoz del hijo del escritor, Miquel Capellá, calificó ayer como 'demasiado rápida y contundente' la reacción de la otra parte, y destacó que 'la clave está en los últimos diez años de vida del escritor', informa Andreu Manresa. 'Las donaciones hechas a la fundación en esos años debían respetar también la parte legítima del hijo', dijo.

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