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El PNV bloquea la negociación de las cuentas forales al vincularla a las del Ejecutivo vasco

Los socialistas emplazan a Bergara y Sudupe a que aclaren cuál es su margen negociador

El portavoz del PNV, Joseba Egibar, provocó ayer un parón de las negociaciones que los diputados generales y las ejecutivas peneuvistas de Vizcaya y Guipúzcoa tenían entabladas con el PSE para aprobar los presupuestos forales. Egibar ligó la suerte de las 'aproximaciones' registradas en esos territorios entre ambos partidos a la postura definitiva del PSE sobre las cuentas del Gobierno, después de que los socialistas oficializasen la presentación de una enmienda a la totalidad a éstas últimas. El PSE emplazó a ambos diputados generales a aclarar cuál es su capacidad negociadora.

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Enmienda a la totalidad

La réplica de Egibar al anuncio de la enmienda a la totalidad socialista, oficializado ayer por su grupo parlamentario, sonó a un sorprendente órdago, dado que son los dos gobiernos forales nacionalistas los que precisan del concurso del PSE para aprobar sus respectivos presupuestos. Y de paso, transfirió un problema a sus diputados generales de Vizcaya y Guipúzcoa, Josu Bergara y Román Sudupe, y a las direcciones peneuvistas en esos territorios, que solicitaron el apoyo de los socilialistas y habían encarrilado las negociaciones. El portavoz del PNV aseguró a este periódico que su advertencia de ayer fue tratada en la reunión de la ejecutiva del partido del pasado lunes y que tanto Bergara como Sudupe tenían conocimiento de ello.

'Todo va a influir. Es lógico que se tenga en cuenta el clima general', afirmó un portavoz del equipo de gobierno nacionalista en la diputación de Vizcaya, quien añadió que no sería suficiente que ambas partes alcancen un consenso sólido sobre las cuentas forales si 'existe hostigamiento' en la negociación de los presupuestos del País Vasco, informa Alberto Uriona. La Diputación de Guipúzcoa se negó a comentar oficialmente las palabras de Egibar. Idéntica posición mantuvieron las fuentes de Vicelehendakaritza consultadas por este periódico. 'El Gobierno no tiene nada que decir', señalaron.

Las cuentas del Ejecutivo y las de ambas diputaciones tienen 'la misma columna vertebral y la misma filosofía', dijo Egibar, para tachar de 'incomprensible' la disposición de los socialistas a negociar unas mientras piden la devolución de otras. Intentando atajar los argumentos que ya ha dado el PSE para justificar esa diferente actitud -distintos ámbitos institucionales y posturas políticas de los diputados generales respecto a las del Gobierno-, Egibar añadió que el PNV no va a consentir 'que se pretenda disociar contenidos, talantes, presupuestos, ni personas'.

'Que se aclare el PNV'

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El órdago del portavoz peneuvista fue recibido por el PSE como 'un cambio sustancial' y 'un claro obstáculo' en las negociaciones de Guipúzcoa y Vizcaya. Ni Sudupe, ni Bergara, ni las dos ejecutivas territoriales pusieron ninguna condición de ese tipo cuando se dirigieron al PSE, recordaron los socialistas. Su secretario general guipuzcoano, Manuel Huertas, se preguntó si las manifiestaciones de Egibar no desautorizan implícitamente a Sudupe, mientras su homólogo vizcaíno, Patxi López, recalcó que su partido no seguirá negociando hasta ver si los diputados generales y las ejecutivas peneuvistas tienen autonomía y capacidad para hacerlo. 'Vamos a esperar a que se aclaren ellos, la responsabilidad de que sigan o no es suya', dijo a este periódico el portavoz de la ejecutiva del PSE-EE, Rodolfo Ares.

La posición adoptada por el PSE-EE, que supedita la negociación de los presupuestos para 2002 a un cambio en los objetivos políticos del Gobierno, coloca al Ejecutivo de Juan José Ibarretxe ante el espejo de su minoría y en una preocupante situación, que incluye la posibilidad de ver devuelto el proyecto si también Batasuna lo enmienda. Ello podría ocurrir incluso el mismo día 14 en el debate de las enmiendas a la totalidad. Si todos los grupos las presentan y todas son simplemente de devolución, sin proyecto alternativo ni propuestas concretas de cambios, se votarían conjuntamente y los presupuestos quedarían rechazados. Por ello, el portavoz del PNV recalcó ayer que lo que el PSE haga ese día será 'clave' y 'determinará comportamientos futuros'.

El futuro del proyecto de las cuentas de la comunidad está ahora en manos de Batasuna, que guarda silencio, aunque en el entorno abertzale empiezan a destaparse voces que advierten al Gobierno de que la responsabilidad de aprobar las cuentas es suya, buscando la aproximación bien a los constitucionalistas, bien a los abertzales. Pero Batasuna, que ayer no asistió, por ejemplo, a un debate que afectaba a las Gestoras pro Amnistía, y en el que fueron los grupos del tripartito los encargados de derrotar una propuesta apoyada por el PP y el PSE, puede también facilitar la aprobación de las cuentas con su inasistencia.

La supeditación de las negociaciones en Vizcaya y Guipúzcoa a lo que ocurra en el Parlamento el próximo día 14, no arregla nada al Gobierno y, por contra, extiende también el riesgo de la prórroga presupuestaria a los gobiernos forales.

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