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'El niño, no, por favor'

La mayoría de las víctimas eran dominicanos que iban a pasar la Navidad con sus familias

La tragedia del Airbus 300 de American Airlines golpeó duramente a la República Dominicana. De los 246 pasajeros, 175 eran dominicanos. Escenas de dolor se sucedieron ayer tanto en el aeropuerto neoyorquino de John F. Kennedy, de donde despegó la nave siniestrada, como en el aeropuerto de Las Américas de Santo Domingo, adonde acudieron muchos de los familiares de las víctimas nada más conocerse el accidente, ocurrido cuatro minutos después del despegue. El presidente dominicano, Hipólito Mejía, expresó su 'profundo pesar y consternación' por esta nueva catástrofe aérea.

Las escenas más dramáticas se vivieron en el aeropuerto dominicano de Las Américas, donde familiares y amigos de los pasajeros del vuelo 587 se agolpaban frente a las pantallas de televisión y los mostradores de American Airlines a la espera de información sobre lo ocurrido y sobre sus seres queridos. 'El niño no, por favor', lloraba desconsolada Germania Brito, que había acudido a recoger a su hermana Mariana Flores, su marido John e Isaías, el hijo de dos años de ambos. El Consulado dominicano en Nueva York también fue desbordado por las llamadas.

'Este vuelo matinal era muy popular entre los dominicanos que vivían en Nueva York'
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A bordo del avión siniestrado viajaban 255 personas. Las autoridades españolas indicaron que no tenían constancia de que entre los 246 pasajeros hubiese ningún español. También descartaron la posibilidad de que hubiese españoles en las viviendas que se incendiaron en el barrio neoyorquino de Queens.

Entre las víctimas hay familias casi enteras como una dominicana que viajaba a Santo Domingo con sus tres hijos. 'Ella llevaba 15 años residiendo en Nueva York y desde hace ocho no venía a su país a pasar las fiestas de Navidad', dijo Miriam Fajardo, hermana de Lilian Fajardo. José Antonio Mejía relató que se enteró de la tragedia cuando se dirigía hacia el aeropuerto a recibir a su prima hermana Yasmin Jerez, de 21 años, quien llevaba cuatro años en Nueva York, donde trabajaba en una tienda.

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Las autoridades aeroportuarias de Las Américas y American Airlines habilitaron un área en el aeropuerto donde un equipo de psicólogos y médicos atendió a las decenas de familiares de los fallecidos, muchos de los cuales se enteraron de la tragedia cuando se encontraban en la sala de espera o de camino al aeropuerto. Los vuelos previstos entre Santo Domingo y Nueva York fueron cancelados, al igual que otros con destinos cercanos, como Miami (EE UU) o San Juan de Puerto Rico.

Según los familiares de los pasajeros, la mayoría de ellos regresaban a la República Dominicana para pasar las fiestas de Navidad y el fin de año. En el área de Nueva York y Nueva Jersey se calcula que viven 1,2 millones de dominicanos, cuyas remesas de dinero son vitales para la economía del país, según fuentes del Gobierno.

'Me levanté muy temprano para recibirles y ahora no están. ¿Que ha pasado?', gemía Melinda Reinoso, sin poder dar crédito a que había perdido a su marido y a su hijo.

Aparte de los pasajeros domicanos, viajaban también en el avión accidentado un número aún indeterminado de ciudadanos norteamericanos a la espera de la lista definitiva que publique la aerolínea y en la que se conocerá si viajaban también ciudadanos de otros países. Decenas de familiares de los pasajeros del Airbus siniestrado se reunían ayer ahogados en sollozos en el aeropuerto FJK de Nueva York a la espera de conocer más detalles sobre la tragedia. 'Este vuelo matinal era muy popular entre los dominicanos residentes en Nueva York porque nos permitía llegar muy temprano a Santo Domingo', explicaba Doris Ramones.

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