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Un estudio muestra que la terapia con heroína es eficaz en drogadictos

El tratamiento con opiáceos facilita el abandono de la toxicomanía

Isabel Ferrer

Los toxicómanos crónicos tienen la posibilidad de preservar su precaria salud y evitar además la delincuencia, si se someten a tratamientos con heroína inyectada. Esta eficacia del uso controlado de la heroína puede incluso abrir el camino hacia la abstinencia de los drogadictos, según un estudio del Instituto para la Investigación de las Adicciones, de Zúrich, publicado en la revista médica The Lancet.

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El trabajo tiene especial importancia para España, donde se van a poner en marcha dos programas de dispensación de heroína en Andalucía y Cataluña. El responsable del estudio Jürgen Rehm, sostiene que el toxicómano debe permanecer en el programa de dispensación controlada de heroína al menos un año, ya que a partir de ese periodo se abren las posibilidades de abandonar la droga.

En sus análisis, el equipo científico de Rehm siguió la evolución de 1.969 drogadictos inscritos en Suiza en dichos tratamientos entre enero de 1994 y diciembre de 2000. A los 12 meses, más de un 70% (1.378) seguía con la terapia, que incluía una dosis total intravenosa diaria de heroína de 474,0 miligramos administrada en 2,6 inyecciones por término medio. Del 60% dado de alta cuando los expertos consideraron que podían valerse solos, un 37% complementó su lucha contra la droga a base de metadona. Un 22% adicional siguió un tratamiento controlado de abstinencia. Un 9% (177) fue admitido más de una vez tras una recaída. Menos de un centenar del grupo inicial abandonó el experimento por falta de compromiso personal. Un 15% fue invitado a dejarlo por dicho motivo en el conjunto del estudio. Un 30% más se marchó hacia los cuatro meses porque no se sentía capaz de cumplir las reglas impuestas.

Según los científicos, permanecer en el programa de ayuda reducía el riesgo de delinquir y de contagio del sida, una observación corroborada luego por un estudio judicial independiente. La presencia de psicólogos y de médicos y el uso de metadona como sustituto de la heroína formaba también parte del protocolo aplicado en Suiza. Contrariamente a lo que pueda pensarse, 'la mayoría de los pacientes que culminaron el tratamiento fueron capaces de iniciar otro de mantenimiento o bien entraron en una fase de abstinencia bajo supervisión', señala el trabajo. Las conclusiones del mismo recomiendan cierta tolerancia en estas terapias, dado que muchos pacientes necesitan tiempo para habituarse a la desintoxicación y se saltan las normas al principio.

Aunque Rehm también apunta que la sociedad suiza se ha beneficiado del tratamiento con heroína puesto que el toxicómano está mejor de salud y delinque menos, el científico recomienda añadir otros tipos de ayuda. 'En Holanda, donde se está efectuando un estudio similar, un 70% de los drogadictos sigue algún tipo de tratamiento y el uso de heroína inyectada es una parte de una red más amplia de programas', concluye.

Imagen de archivo de un heroinómano en Suiza.
Imagen de archivo de un heroinómano en Suiza.PETER RIGAUD / KONTO

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