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Timor Oriental elige a su primer Parlamento

Miles de personas caminan decenas de kilómetros o acuden en camilla a las primeras elecciones

Los habitantes de Timor Oriental mantuvieron ayer lo que Naciones Unidas ha llamado su cita con la democracia, al acudir a votar de forma masiva en las primeras elecciones democráticas de su turbulenta y sangrienta historia. Naciones Unidas estimó la participación en el 93% del electorado.

En total, 425.000 ciudadanos, todos los timorenses de más de 17 años, tenían derecho a votar. El escrutinio se iniciará hoy y los primeros resultados se esperan para el próximo miércoles.

Tras siglos de ocupación extranjera, la muerte de una cuarta parte de su población y la casi destrucción del territorio, la elección de una Asamblea Constitutiva acercará la independencia por la que los timorenses han pagado tan alto precio.

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Se espera que el Fretilin, el movimiento que encabezó la lucha por la independencia de Indonesia, obtenga una arrolladora mayoría en los comicios, a los que se presentan 16 partidos y más de un millar de candidatos.

La fecha coincidía con el segundo aniversario del referéndum organizado por la ONU en el que se rechazó el gobierno por Indonesia y que llevó a las milicias proYakarta, apoyadas por tropas indonesias, a lanzar una oleada de matanzas y destrucción.

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Miles de timorenses acudieron temprano a los colegios electorales, vestidos con sus mejores galas y tras haber caminado en ocasiones hasta 25 kilómetros desde las montañas. Algunos llegaron en camillas, otros en sillas de ruedas y otros más apoyados en bastones. La mayoría de los negocios y escuelas permanecieron cerrados.

'Estamos muy contentos', aseguró Mateus Amaro Braz. 'Después de 24 años, finalmente vamos a elegir nuestro futuro. Ya no tenemos miedo de la violencia'.

Los colegios electorales cerraron a última hora de la tarde, pero las votaciones se prolongaron en algunos centros para permitir el voto de quienes esperaban dentro de los recintos.

Una timorense sujeta a su bebé mientras mira la cola que tendrá que aguardar para votar.
Una timorense sujeta a su bebé mientras mira la cola que tendrá que aguardar para votar.EPA

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