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SEGURIDAD ALIMENTARIA

'Precaución, más allá de la evidencia científica'

La ministra de Sanidad y Consumo, Celia Villalobos, explicó ayer que se había basado en el 'principio de precaución, más allá de la evidencia científica' cuando ordenó retirar el aceite de orujo de oliva del mercado el pasado martes porque tenía una concentración elevada de benzopirenos.

Para apoyar su argumentación, Villalobos se refirió a casos anteriores, como el de la sentencia del Tribunal Supremo, hecha pública en enero pasado, que recogía jurisprudencia del Tribunal de Justicia de la UE. El fallo estaba originado por un recurso de un ganadero condenado a dos años de cárcel por dar clembuterol al ganado. 'Lo decisivo es el carácter peligroso de la sustancia administrada y no el peligro real creado con ella para la salud pública', afirmaba la sentencia. La concentración de clembuterol en las muestras analizadas era inferior a la que el Instituto Nacional de Toxicología consideraba peligrosa.

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El tribunal señalaba la posibilidad de aplicar el principio de precaución 'aún cuando subsista una incertidumbre respecto a la existencia e importancia de los riesgos para la salud de las personas sin tener que esperar que la realidad y la gravedad de los hechos estén plenamente demostrados'.

Aplicación discutible

Pese a la claridad de este razonamiento, su aplicación al caso del benzopireno es discutible. No sólo porque el clembuterol sea una sustancia prohibida, sino por la propia intencionalidad de la acción.

Nadie discute que el benzopireno encontrado en el aceite de orujo de aceituna es 'detonante del proceso cancerígeno' a largo plazo, como dijo Villalobos. Pero al contrario que el ganadero condenado por el Supremo, que utilizó conscientemente una sustancia prohibida, los olivareros, como han recoordado a lo largo de la crisis, no están añadiendo nada ilegal al aceite. El benzopireno detectado en las muestras analizadas se forma de manera natural en hornos homologados. La materia prima que usan para este proceso, una mezcla de orujo y alpechín, tampoco está prohibida. Es más, se obtiene mediante un procedimiento que incluso está subvencionado por el Ministerio de Medio Ambiente porque elimina alpechín, que es muy contaminante.

Por otro lado, los productores no supieron hasta enero que se estaban generando benzopireno y otros contaminantes, ni en qué cantidades. Además, hasta el martes pasado Sanidad no había sugerido siquiera que hubiera benzopirenos en el aceite de orujo de aceituna. Fue ayer, por primera vez, cuando las autoridades hablaron de establecer un límite máximo para esta sustancia (2 partes por mil millones).

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