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LA NOCHE DEL CINE ESPAÑOL

'El Bola' conquista a la Academia de Cine

Las dos películas con más candidaturas, 'La comunidad' y 'You're the one', se quedaron con tres y cinco 'goyas', respectivamente

Elsa Fernández-Santos

La XV edición de los premios Goya fue un revival del rico y disparatado cine musical español. Fue la confirmación como cineasta del actor Achero Mañas y de su ópera prima, El Bola, como la película revelación del año. Fue la edición en la que José Luis Borau ('el maestro de muchos de nosotros', como recordó Jaime Chávarri) logró su primer Goya por la dirección de la difícil historia de amor loco de Leo. Dos películas de bajo presupuesto y una repercusión baja en la taquilla lograban el respaldo de la Academia.

Los premios Goya premiaron a cuatro actores de raza: Emilio Gutiérrez Caba ('dedico este Goya a los cómicos de mi familia que me enseñaron a amar y respetar esta profesión') y su hermana Julia ('gracias por hacerme feliz') fueron los mejores actores de reparto. Juan Luis Galiardo y Carmen Maura, con su tercer Goya debajo del brazo, fueron los mejores actores protagonistas. Maura dedicó su premio al equipo de La Comunidad, la película que partía como favorita y que se quedó con tres premios. Álex de la Iglesia, su director, ya aventuraba desde el principio de la noche que El Bola iba a ser la gran sorpresa.

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Pero el gran ausente de la noche fue José Luis Garci. A pesar de que su película tenía 14 candidaturas, y a pesar de que logró cinco goyas, el director de You're the one no asistió junto a su equipo a la gala. Garci no pertenece a la Academia de Cine desde la polémica de El Abuelo, en el que se le acusó de métodos poco ortodoxos para obtener votos. Al preguntarle a Lydia Bosch, protagonista de su película, por la ausencia de su director la actriz dijo: 'Prefiero no entrar en eso'. 'No sé dónde está', añadió.

Quizá el vacío de Garci hubiera encontrado una respuesta en las palabras de Juan Luis Galiardo antes de saber que iba a ganar una estatuilla: 'Los que llevamos tantos años en este oficio sabemos que se desarrollan muchas filias y fobias. Lo que piensan los compañeros nunca se sabe, es como en las elecciones. Nadie dice nunca la verdad. Pero no importa. Yo tengo a mis hijos, y a mis nietos, y a mis ex mujeres, que me quieren todas. ¿Qué más puedo pedir?'.

La tranquilidad de un niño

Dos horas antes de la gala, la puerta del Palacio de Congresos del Campo de las Naciones de Madrid se abarrotaba. Entre figurantes contratados por TVE-1 y curiosos, los primeros invitados se hacían paso. La tradicional alfombra roja fue sustituida por una azul salpicada con el logotipo de Terra. Frente a ella cientos de periodistas esperaban a los protagonistas de la noche. Juan José Ballesta, el niño de El Bola, con una pequeña cámara digital se sumó a los cámaras y fotógrafos y empezó a grabar todo lo que veía. 'Es un recuerdo', decía. La tranquilidad del niño pasmó a todos. Achero Mañas aseguraba que el niño estaba nervioso, pero nadie lo notaba. Ya con el goya en la mano el actor de 13 años daba otra lección de serenidad. No se olvidó de nadie, se quitó el mérito de encima ('Achero me ha dado todo en la palma de la mano') y dedicó su premio a su hermana Laura, a su familia y a su compañero de reparto en El Bola.

La película de Achero Mañas estaba desde primera hora en boca de todos. Y el actor y director fue, como auguraban, el protagonista de la noche. Mañas recordó a su equipo, a sus actores, a su hija, y sobre todo a su padre, recientemente fallecido, el dramaturgo Alfredo Mañas, al recoger el Goya al mejor director novel. 'Papá, estés donde estés, este Goya es para tí'.

Los dos primeros goyas para El Bola, que finalmente logró cuatro, abrían la XV edición de los premios. Poco antes la nueva presidenta de la Academia del Cine, la actriz Marisa Paredes, recordaba en el discurso de apertura la excepción cultural que debe ser el cine. 'Una administración que no entiende que la entidad cultural es un objetivo prioritario se equivoca', dijo.

Marisa Paredes, con un vestido de organza de Sybila color salmón fue, como siempre, de las más glamurosas. Aunque la más elegante fue Julia Gutiérrez Caba, quien, a lo Lauren Bacall, sólo necesitó una camisa blanca y una falda negra para llamar la atención de todos. En las antípodas de las dos actrices, la presentadora Ana García Obregón demostró una vez más su inclinación por el lujo ostentoso. Para ello nada mejor que un vestido azul y dorado de Versace. Carmen Maura, de negro, eligió un traje de Lorenzo Caprille; Lydia Bosch fue con un diseño de Pilar Barreiro para ¡Oh qué Luna!; Pilar López de Ayala fue de Sybila; Ana Fernández, de Jesús del Pozo y Terele Pávez, tan genial como siempre, fue de 'Isabel, una amiga'.

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Sobre la firma

Elsa Fernández-Santos
Crítica de cine en EL PAÍS y columnista en ICON y SModa. Durante 25 años fue periodista cultural, especializada en cine, en este periódico. Colaboradora del Archivo Lafuente, para el que ha comisariado exposiciones, y del programa de La2 'Historia de Nuestro Cine'. Escribió un libro-entrevista con Manolo Blahnik y el relato ilustrado ‘La bombilla’

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