_
_
_
_

La CDU retira un cartel con la imagen de Schröder como criminal

Sólo un día después de haberla presentado en público, el secretario general de la Unión Cristiana Democrática (CDU) alemana, Laurenz Meyer, dio ayer un giro de 180 grados para anunciar que un cartel donde el canciller socialdemócrata, Gerhard Schröder, aparece fotografiado como si fuese un delincuente no llegará a adornar las calles alemanas. La singular puesta en escena fue criticada incluso por líderes conservadores.

El mismo Meyer tuvo que reconocer que encaja mal con los fuertes ataques que la CDU viene dirigiendo en contra de los ministros ecologistas Joschka Fischer y Jürgen Trittin por su pasado extremista.

En la pancarta, que, a la manera de fotos de identificación policial, retrata a un sombrío Schröder desde tres ángulos distintos, se sugiere que el canciller es una especie de ladrón de pensiones. 'Atención, trampa', reza el subtítulo, 'basta ya del engaño continuo con las pensiones'. El Bundestag, Cámara baja del Parlamento, tiene previsto votar el viernes sobre una reforma al sistema de pensiones que, como mayor novedad, incorporará las aportaciones a los fondos privados. Los conservadores, quienes cuestionan varias de las medidas previstas, han anunciado que votarán en contra y piensan apropiarse del tema en las campañas electorales de los Estados federados de Baden-Wurtemberg y Renania-Palatinado, donde se celebrarán comicios regionales el próximo 25 de marzo.

Sucede, sin embargo, que los mismos responsables de estas campañas consideran demasiado ofensiva la pancarta elaborada por la dirección federal de la CDU. Además, pocas horas después de su presentación, el martes, también el jefe del grupo parlamentario de la CDU, Friedrich Merz, y otros líderes conservadores se habían distanciado de la imagen, que incluso alcanzó a suscitar una protesta pública de la esposa del canciller. Meyer afirmó ayer que la 'provocación', que él sigue considerando legítima, había sido autorizada por la presidenta del partido, Angela Merkel.

En vista de las múltiples críticas internas, sin embargo, la pancarta será sustituida por otra, bastante más inofensiva, en la que se acusa al ministro de Trabajo, Walter Riester, de no saber explicar su propia reforma.

Al mismo tiempo, Meyer admitió que una de las razones para su marcha atrás fue el evidente contraste entre la pancarta y la intensa campaña política que los conservadores y liberales adelantan en contra de los ministros verdes, Jürgen Trittin y Joschka Fischer. Una semana después de que Fischer, ministro de Exteriores, fuera sometido a un verdadero interrogatorio en el Bundestag sobre su militancia okupa en los años setenta, ayer le tocó el turno a Trittin. El encargado de la cartera de Medio Ambiente es acusado de no haberse distanciado lo suficiente de un anónimo, publicado en abril de 1977, en el que, si bien se acaba condenando al terrorismo de izquierdas, se expresa una 'secreta alegría' por el asesinato, pocos días antes, del fiscal general de la República Federal Alemana, Siegfried Buback, por parte de la Fracción del Ejército Rojo, RAF. La supuesta insensibilidad de Trittin en estos días ha causado la indignación del hijo del asesinado, Michael Buback.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Firmado bajo el seudónimo de Mescalero, el anónimo fue publicado en una revista de la Universidad de Gotinga, aquella misma en la que por aquel entonces el joven Trittin se ganaba sus primeros pinitos políticos como miembro de un grupúsculo maoísta. Un estoico Trittin negó ayer haber compartido jamás la ya en su época polémica posición de Mescalero, pero insistió en que la libertad de opinión permitía y debe permitir la publicación de este tipo de escritos.

En su momento, así lo sostuvo también un grupo de 48 profesores universitarios que, 'como contribución al debate público', volvió a publicar el texto en junio de 1977. Ello, a su vez, acarreó una serie de demandas judiciales contra los académicos. Uno de los abogados que asumieron la defensa de los profesores fue el hoy canciller, Gerhard Schröder, quien así lo revela en una entrevista al semanario Die Zeit que se publica hoy. '¿Acaso quieren que me distancie de esto?', pregunta retóricamente Schröder. 'Están locos. ¿Se supone que yo, como joven abogado, debí haber rechazado semejante mandato?'.

La generación del 68, atacada

En la entrevista concedida al semanario Die Zeit, el canciller alemán arremete fuertemente contra lo que considera un 'intento de atacar y destruir la existencia política de Joschka Fischer y Jürgen Trittin' y de 'desacreditar a la generación del 68'. Aunque Schröder pronostica que 'esta campaña ni impresionará ni hará caer al Gobierno', la polémica -azuzada fuertemente por la prensa conservadora de la casa editorial Springer- podría prolongarse. Ayer, la fiscalía de Francfort afirmó que está examinando demandas judiciales presentadas en contra de Joschka Fischer, quien se ha enredado con declaraciones acerca de si en la comuna que en 1973 compartía con el hoy europarlamentario Danny Cohn-Bendit se alojó o no por unos días la entonces miembro de la RAF Margrit Schiller.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_