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Dos españoles mueren apaleados mientras practicaban senderismo en el Himalaya

Dos ciudadanos españoles murieron asesinados ayer en el norte de India por un grupo de desconocidos cuyo móvil era, presuntamente, el robo. Según la Oficina de Información Diplomática en Madrid (OID), se trata de una mujer y su hijo que se hallaban en compañía de un ciudadano británico cuando fueron atacados. Las víctimas, según la delegación del Gobierno en Valencia, ciudad donde residían, son María Ángeles Gironés, de 34 años y profesora de inglés, y su hijo C. M. G, de 14 años. Ambos viajaban sólo con el británico y habían iniciado su viaje el pasado 18 de agosto.

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La región occidental de Cachemira, zona de riesgo

La Embajada de España en Nueva Delhi aseguró ayer que había enviado a un funcionario hasta la región de Mainikaran, en el Estado de Himachal Pradesh, donde se produjo el asesinato. La Delegación del Gobierno en Valencia identificó a las víctimas como María Ángeles Gironés y su hijo.Las primeras versiones señalan que el grupo de tres personas practicaba el senderismo cuando sufrió el ataque "presuntamente para robarles", según fuentes diplomáticas. El ciudadano británico que acompañaba a las víctimas, Martin Young, logró escapar malherido y avisar a los trabajadores de una central hidroeléctrica cercana al lugar de la agresión. Sin embargo, nada se pudo hacer por salvar a la mujer y al joven españoles, que fueron brutalmente apaleados. Según confirmó ayer la OID, varios trabajadores de la central hidroeléctrica montaron guardia durante la noche junto a los cadáveres. Mientras, Young fue ingresado en un centro hospitalario situado 350 kilómetros al norte de Nueva Delhi. Su estado era de gravedad.

Por su parte, la familia de las víctimas declaró ayer desde Valencia que el súbdito británico era compañero sentimental de María Ángeles Gironés, quien preparaba desde hacía un año el viaje al Himalaya. José Gironés, hermano de María Ángeles, dijo que se trataba de una mujer "muy alegre, muy inquieta y muy aventurera" y que practicaba esquí, submarinismo y alpinismo. "Su aventura le ha costado la vida", lamentó.

La confusión rodeó las primeras horas tras el incidente. Miembros de la policía local aseguraron que las víctimas eran de nacionalidad británica, pero la Embajada del Reino Unido en Nueva Delhi consiguió contactar con Young, quien confirmó que los fallecidos eran españoles.

La policía india informó de que los asaltantes apalearon a sus víctimas y posteriormente huyeron llevándose consigo los pasaportes, dinero, objetos personales y cámaras de fotos. "Yo pregunté [a la Embajada española] directamente si sabían cómo habían muerto, y me dijeron ésto", comentó José Gironés. "Yo pensaba que se habrían despeñado", añadió. El asalto se produjo en una zona boscosa en la que el pasado mes de agosto ocurrió un suceso similar. En esa ocasión murió un turista alemán.

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A las tres de la tarde, hora local, una llamada desde la legación británica alertaba a la Embajada de España de lo sucedido. Desde ese momento, el embajador español en Nueva Delhi, Alberto Escudero, permaneció reunido con un equipo de urgencia para tratar de averiguar las circunstancias del ataque, así como planificar la recuperación de los cadáveres y los trámites para la repatriación. Simultáneamente, durante la tarde en España, la Guardia Civil trataba de localizar a los familiares de las víctimas para comunicarles la noticia.

En conversación con este periódico, Escudero señaló que la Embajada española no pudo ponerse en contacto directo con Young, pero que está en comunicación con la policía local de Kullu, localidad de la región en la que se encuentra el hospital donde está internado el británico. La Embajada solicitó a la policía india que levantara los cadáveres. El embajador explicó que los policías locales tardarían por lo menos 16 horas en ir y volver del lugar. Para entonces, se espera que haya llegado a Kullu un funcionario traductor enviado por la Embajada.

La zona en la que se produjeron los asesinatos -plagada de cursos de agua y bosques a los pies del Himalaya- es uno de los destinos preferidos para senderistas de todo el mundo, aunque son frecuentes los robos, agresiones e incluso asesinatos. Es, además, una zona donde se da un tráfico de droga muy intenso. A todo ello se unen los conflictos políticos. El pasado mes de agosto, Rolf Harfurth fue asesinado por separatistas musulmanes mientras realizaba un viaje para practicar senderismo en el Estado de Cachemira, vecino al de Himachal Pradesh.

El Gobierno valenciano expresó anoche a la familia de las víctimas sus condolencias por esta tragedia.

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