La detección precoz del cáncer de mama permite diagnosticar seis casos por cada mil mujeres
Ocho de cada diez mujeres citadas por Osakidetza para realizarse las pruebas radiológicas destinadas a detectar si sufren cáncer de mama acuden a la cita. Es un buen indicador de que están en guardia ante el cáncer más frecuente entre ellas, con una tasa de incidencia de 88,5 casos por cada 100.000 habitantes. Sanidad recordó ayer que diagnosticar a tiempo esta enfermedad es la actuación más eficaz para luchar contra ella y presentó los resultados de su programa de detección precoz: de cada mil mujeres que se someten a la exploración, en 5,49 casos se detecta cáncer de mama.
El Departamento de Sanidad puso en marcha en 1995 el programa de detección precoz, iniciándose en el área sanitaria de Álava y extendiéndose posteriormente a las otras dos provincias a lo largo de 1997. Las mujeres vascas entre 50 y 64 años son las destinatarias de esta iniciativa, que en Euskadi suman 190.000 (26.000 en Álava, 58.000 en Guipúzcoa y 106.000 en Vizcaya). El consejero de Sanidad, Gabriel Inclán, analizó ayer los resultados una vez que ha concluido la primera vuelta en todas las unidades de mamografía de Euskadi. Osakidetza citó a 188.865 mujeres, de las que acudieron 149.409 (79,11%). De éstas, 14.099 realizaron pruebas radiológicas complementarias. El número de cánceres detectados fue de 820, de los cuales 148 (18,05%) eran in situ, es decir, no habían afectado a los tejidos más profundos. El resto de los cánceres diagnosticados era de carácter invasivo (había afectado a los tejidos más profundos en mayor o menor medida). El 76,60% de todos los casos detectados ha recibido un tratamiento quirúrgico conservador, lo que significa que no ha sido necesario extirpar la mama gracias a que la fase en la que se ha detectado el cáncer no era muy avanzada.
Precisamente, el viceconsejero de Planificación Sanitaria, Guillermo López Vivanco, resaltó la importancia de no amputar la mama. "Solamente aquellos tumores diagnosticados tempranamente pueden ser susceptibles de un tratamiento conservador. Hay que pensar que un tratamiento de amputación de la mama, aparte del propio daño físico, ocasiona a la paciente un daño psicólogico muchas veces irreparable".
Subrayó además que los tumores más pequeños (detectados precozmente) requieren un menor tratamiento terapéutico que tumores más avanzados, lo que ofrece más tranquilidad a la paciente.
Por su partes, Gabriel Inclán consideró "fundamental" que las mujeres se sensibilicen con el problema y participen aún más en los programas. Según los datos ofrecidos por el consejero, las mujeres de los pueblos acuden con más regularidad a las citas, mientras que las de las ciudades son algo más reacias.
El objetivo del departamento es conseguir que la mortalidad por cáncer de mama se reduzca en un 25%, aunque eso es algo que tardará varios años en lograrse, según aseguró el propio consejero. "Reducir la mortalidad en un 25% no se va a lograr en un año. Por eso no hay que bajar la guardia y hay que mantener el programa de detección precoz. Es imprescindible que en los próximos años se sigan cumpliendo las metas parciales de participación, de tasas de detección y de localización de los tunores en estadíos precoces, porque cuanto más pequeños sean hay mayores posibilidades de curación". Los expertos cifran en diez años desde que echó a andar el programa (1995 en Álava y 1997 en Vizcaya y Guipúzcoa) el tiempo mínimo que hay que esperar para ver resultados más definitivos.
Elevada satisfacción
De una encuesta realizada por el departamento, se desprende que una media del 97% de las mujeres participantes en el programa están satisfechas con él, al sentirse controladas y vigiladas y al comprobar que si tienen un tumor se les detecta tempranamente. Un 97% de media está contenta con el trato recibido: un 96% con la confianza proporcionada por el médico, el 95% con el equipamiento del hospital, el 93% con la duración del proceso y el 92% con la información recibida por ellas o por sus familiares.
Otro de los datos que arroja la encuesta es que al 87% de las mujeres citadas para realizar las pruebas no se les detecta nada anormal, por lo que se les convoca de nuevo a los dos años. Al 5% de las pacientes se les detecta cambios mamarios benignos que requieren un mayor seguimiento, por lo que se les da cita a los seis o doce meses para practicarles nuevas mamografías.
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