Las inundaciones de Mozambique crecen y se convierten en una catástrofe regional
La situación de emergencia creada tras las intensas lluvias de las tres últimas semanas en el sur de África -que han causado más de 350 muertos y dejado a medio millón de personas sin hogar en Mozambique, Suráfrica, Zimbabue y Botsuana- amenaza con sumir en una profunda crisis a la región, una de las más pobres del mundo. Tras las fuertes borrascas y el paso del ciclón Eline, lo peor, sin embargo, está por llegar. El nivel de los ríos continúa creciendo y algunos países han abierto los diques, con lo que el agua amenaza con seguir anegando Mozambique, el país más castigado por las inundaciones.
"El aliviadero natural de Zimbabue, Botsuana y Suráfrica son los ríos de Mozambique", explica Charly Monteiro, delegado de Cruz Roja en este país. Además, la apertura de las presas en los países vecinos constituye una nueva amenaza. Zambia ha sido el primer país en abrir las compuertas de sus presas. Su decisión de abrir la desbordada presa de Kariba en el río Zambeze hará que sus aguas acaben a la ya de por sí llena de Cabora-Bassa en Mozambique. Aunque la lluvia ha disminuido, el nivel de los ríos Save y Limpopo ha continuado aumentando y se prevé que a lo largo de esta semana le ocurra lo mismo al río Zambeze. En las provincias más afectadas, Gaza, Maputo e Inhambane, la situación sigue siendo dramática, mientras el paso del tiempo juega en contra de las 105.000 personas que aún aguardan ayuda sobre tejados y árboles. Mozambique sólo dispone de cinco helicópteros cedidos por el Ejército surafricano y otrso dos por el Gobierno de Malaui para realizar misiones de rescate, que han sido declaradas prioritarias, por delante del reparto de comida y alimentos. Sus pilotos aseguran haber visto numerosos cadáveres flotando en el agua.Desvío de recursos
En el vecino Zimbabue, su presidente, Robert Mugabe, ha sido acusado por la oposición de concentrar los recursos del país en intervenir en la guerra de Congo en lugar de destinar tropas y helicópteros al rescate de las víctimas de las inundaciones que han causado 62 muertos y han dejado sin casa a 250.000 personas. Mugabe ha destinado un tercio del Ejército a ayudar al presidente Laurent Kabila a luchar contra los rebeldes en la República Democrática del Congo. Además, Zimbabue vive la peor crisis económica de los últimos 20 años y tuvo que interrupir la importación de combustible el pasado diciembre por falta de crédito y de divisas.
En Suráfrica, donde el número de muertos se eleva a 98, la rotura de puentes y de extensos tramos de carretera y el alto nivel de las aguas en las zonas anegadas han dejado aisladas a miles de personas en la zona noroeste del país.
En Botsuana, 10.000 familias han perdido sus hogares. Sin embargo, Mozambique, con más de 200 muertos, es el país que ha sufrido las peores consecuencias de las lluvias. Según el embajador español, José Eugenio Salarich, "el panorama es desolador", y para afrontar la reconstrucción del país hará falta algo más que los 65 millones de dólares (10.900 millones de pesetas) que ha pedido su Gobierno. Salarich augura que "la situación será peor dentro de unos días, cuando eclosionen el cólera o la malaria ". "El vehículo de transmisión del cólera son las aguas fecales, y, dadas las circunstancias, la gente bebe el primer agua que ve. Puede ser un auténtico desastre", añadió. El embajador aseguró ayer que los españoles que se encontraban en el país, principalmente religiosos y cooperantes, se encuentran a salvo, aunque la Cruz Roja estaba haciendo gestiones para sacar de las zonas más afectadas a dos hermanas de la congregación de San Vicente Paúl que trabajaban en un hospital de enfermos terminales de sida en Chokwe, en la provincia de Maputo.
