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Mariah Carey ofrece esta noche en Madrid su único recital español

La cantante norteamericana emprende su primera gira en ocho años

Mariah Carey da la impresión de ser una joven feliz, algo ingenua, un poco engreída, de trato sencillo (una vez franqueado un sinfín de trabas para llegar a ella) y poco consciente de la dureza del mundo real. Su disco Rainbow confirma esa visión en tonos pastel que tiene del universo. Aunque su vida ha tenido sombras, prefiere sonreír con optimismo. Esta noche ofrece en el Palacio de los Deportes de Madrid su único recital español.

En los últimos meses, desde la aparición de su nuevo disco, Rainbow, Mariah Carey se ha prodigado en entrevistas que dan pistas algo contradictorias sobre su personalidad. Hay quien la ha visto llorar desamparada en su limusina y quienes juran que la sonrisa no desaparece de su rostro. Hay quienes la retratan como una diva engreída incapaz de caminar un tramo sin sentir demostraciones de devoción (sus representantes tuvieron que reclutar a transeúntes y operarios para que aplaudieran a su paso cuando ingresó en el plató de los últimos premios MTV) y de dar plantón a un programa de televisión porque no había ascensor y debía subir una escalera. Otros hablan de ella como una máquina imparable de entusiasmo, una trabajadora capaz de dormir sólo tres horas por la noche y someterse a los rigores de la promoción yendo de un país a otro en el mismo día y seguir fresca y amable con todos.A los 29 años, vivir una sola vida no parece suficiente para Mariah Carey. Seguramente por eso se ha inventado a Bianca, una doble de sí misma en el vídeo de su sencillo Heartbreaker. Una doble más procaz y agresiva, frente a la chica ingenua y alegre, inseparable de su perrito.

Y algo de esa dualidad proviene de su propia vida. Esta chica, nacida en Nueva York en 1970, hija de una cantante aficionada de ópera y de un padre venezolano que dejó pronto el hogar, no parecía predestinada para el éxito apabullante que ha conseguido.

Un auténtico golpe de suerte fue el que cambió su vida. Trabajaba como camarera y soñaba, como tantas otras, en convertirse en cantante. Envió una cinta a varias casas de discos y en una de ellas, Sony, cayó en manos del presidente de la compañía. Le gustó y publicó su disco, que pronto se convirtió en un superventas. En realidad, la chica le gustó lo bastante como para casarse con ella. Mariah tenía 19 años y él le doblaba la edad. Durante dos años vivió en lo que ella misma califica como "una jaula dorada", frustrante y encorsetada, a expensas de las órdenes de quienes construían su carrera.

El pop light de esta artista para adolescentes era prioridad número uno de la compañía. No en vano era la primera dama. Después de su divorcio, en 1997, pocos confiaban en que este producto (así se refieren en las discográficas a los artistas) pudiera volver a alcanzar los primeros puestos en las listas de ventas.

Y no ha sido así. Mariah Carey decidió tomar las riendas de su propia carrera, y ahora, convertida en compositora y productora, además de cantante, vuelve a encabezar las listas con su nuevo álbum. En total ha vendido cerca de 105 millones de discos en todo el mundo desde 1990. A estas alturas es la única artista que ha alcanzado números uno en todos los años de la década en Estados Unidos y ha superado la marca de los Beatles con 59 semanas de permanencia en las listas de venta de la revista Billboard.

La imagen que quiere dar ahora es mucho más sexy y atrevida. Con el ombligo al aire, mostrando las piernas casi siempre desde lo alto de tacones de aguja, profundos escotes y pantalones rasgados, Mariah Carey se muestra sensual, sin ser sofisticada. Incluso ha patentado una novedosa forma de llevar los vaqueros, a los que ha cortado la cinturilla y las vueltas.

Vive en hoteles desde hace dos años y, aunque se ha comprado un piso en Manhattan, no posee más que un solo mueble: un piano de cola blanco que perteneció a Marilyn Monroe.

Su vida sentimental se ha estabilizado desde que conoció al cantante mexicano Luis Miguel, tan famoso como ella. Ambos viven citándose en los más diversos rincones del mundo para poder pasar unos días juntos y ya se están haciendo leyenda la excentricidades de un novio capaz de enviarle todas las rosas rojas de Las Vegas, regalarle collares de diamantes o cerrar restaurantes enteros para pasar una velada romántica. Dos rostros de una cantante capaz de reinventarse.

Más información: www.mcarey.com

Un arco iris en escena

La gira que trae a Mariah Carey a España es la primera que hace en ocho años. Esta cantante, que siempre ha demostrado especial atención a sus fans, prometió que pronto actuaría en España durante la rueda de prensa que ofreció para presentar su disco y lo ha cumplido.Sin embargo, son pocos los datos que sus representantes han querido adelantar sobre el espectáculo. Para su actuación en el Palacio de los Deportes de Madrid trae una banda de diez músicos y un grupo de ocho bailarinas. Interpretará veinte temas, sobre todo los de su disco Rainbow, que da título a la gira. Se plantea una puesta en escena con aires de videoclip y, al menos en su primer concierto europeo, puso en escena la historia de Heartbreaker, una pugna con su otro yo. Como telonero actuará el grupo Damage.

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