El artista ruso Slava asegura que hacer reír es sólo uno de los objetivos de un payaso El peculiar 'clown' presenta en España su nuevo espectáculo, 'Snowshow'
Slava Polunin (Orel, Rusia, 1950) ha conseguido revitalizar un género denostado y prácticamente olvidado. "Hacer reír es sólo uno de los objetivos de un payaso", asegura este peculiar artista para el que un clown es un profesional del espectáculo que se ve obligado además a ser filósofo, poeta e ideólogo. El último Slava's Snowshow se estrena en Madrid el próximo miércoles en el teatro Coliseum, y después viajará a Barcelona ( 15 de marzo) y Valencia ( 5 de abril). Entre los referentes de este artista están Chaplin, Monty Python y Cirque du Soleil.
"Yo también odio a los payasos, porque son los mayores enemigos de los payasos, pero no quiero destruir el estereotipo, porque algunos estereotipos siguen sirviendo, lo que pretendo es que vean mis espectáculos los que buscan al clown de toda la vida y también los amantes de la poesía, del anarquismo, de la ironía, de la libertad de expresión, de la filosofía y aquellos que quieren analizar en profundidad el contenido de la vida y la condición humana", asegura a modo de presentación Slava Polunin, un payaso ruso de edad indeterminada y pelo imposible.Slava, un desconocido todavía para el público español, está consiguiendo revitalizar un género denostado y prácticamente olvidado, aunque el género del clown perviva a retazos en algún que otro escenario y carpa.
Payasos de los buenos quedan muy pocos y la práctica totalidad sobreviven con casi todos los elementos en contra, especialmente por parte del público, que por diversas razones, una éticas y otras estéticas, ha dado la espalda a estos profesionales. Pero Slava es diferente. Este artista, que pasó desapercibido en un par de tímidas visitas a nuestro país, llega ahora cargado de premios, entre ellos el Laurence Olivier de Londres. Los críticos dicen que ha creado un nuevo paradigma en el género y que ha revitalizado con una fuerza inusitada la imagen que en occidente se tiene del payaso.
Él es consciente de que la situación del payaso frente a los espectadores no es buena. "¿Cuánto tiempo necesito para que cambien de actitud?", se pregunta Slava. "En Inglaterra necesité tres años para que el público se entregara, en Canadá un mes y ahora se agotan las entradas con meses de antelación", puntualiza e Slava, quien piensa que su éxito está en buscar los orígenes del mundo del payaso y mezclarlo con las tendencias más vanguardistas del cine, la música y el teatro. Su espectáculo está recomendado para mayores de ocho años, pero Slava asegura que trabaja - en su troupe viajan su mujer y uno de sus hijos- para todas las edades y todas las capacidades intelectuales. "Al final he conseguido recibir algo en lo que he creído toda mi vida, ser un niño querido por la gente", concluye este pecular artista .
Dentro del espectáculo con el que ahora acude a Españ hay una mezcla entre Chaplin, Samuel Beckett, Monty Python y Cirque du Soleil, en cuyo espectáculo, Alegría, cerraba la primera parte con una de espectacular tormenta de nieve.
Babelia
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