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El águila imperial sigue en peligro, pese a haberse gastado 1.800 millones en protegerla Andalucía abre, con patrocinio privado, un centro de cría en cautividad de esta rapaz

Los millones ayudan, pero no bastan. El águila imperial sigue en peligro de extinción, pese a los cuantiosos desembolsos públicos dedicados a favorecer su supervivencia (1.880 millones de pesetas en el periodo 1992-1999). Según el Ministerio de Medio Ambiente y la Sociedad Española de Ornitología (SEO), los cepos envenenados son el mayor problema para la conservación de esta rapaz de la que quedan 104 parejas reproductoras en cinco regiones: Extremadura, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Madrid y Andalucía. Ésta abrirá un nuevo centro de cría en cautividad.

Según la SEO, el águila imperial es, junto con el lince ibérico, la especie animal más amenazada de España y una de las siete rapaces que corren mayor peligro en el planeta. Y eso pese a los fuertes desembolsos realizados para favorecer su conservación. De acuedo con las cifras de SEO y el ministero, tres cuartas partes de los 1.880 millones proceden de la Unión Europea (programa LIFE) y el resto, de las comunidades autónomas.Borja Heredia, biólogo de la dirección general de Conservación de la Naturaleza del Ministerio de Medio Ambiente, explica: "La inyección económica europea se notó para bien. Permitió que se corrigieran muchos tendidos eléctricos y que la electrocución dejara de ser la primera causa de muerte de las águilas imperiales. Eso permitió un ligero repunte de la población". De 85 parejas reproductoras censadas en 1989 se pasó a 122 en 1994, según los datos del grupo de trabajo del Águila Imperial, formado por expertos de las administraciones central y autonómicas.

La alegría duró poco: al cabo de un lustro, en 1999, las parejas reproductoras habían descendido a 104. Y ello por el elevado uso de cepos envenenados destinados a los predadores en las zonas de caza. Esta práctica, prohibida, es ahora la primera causa de mortandad de las águilas imperiales (desde 1990 se han recogido 69 ejemplares muertos por este motivo).

Por otra parte, la Junta de Andalucía ha optado por abrir la puerta a las empresas para financiar un nuevo centro de cría en Cazorla (Jaén), pese a que hasta ahora han fracasado los intentos de conseguir la reproducción en cautividad. Unicaja, la farmaceútica Glaxo-Wellcome, la consultora Ecotecnia, Radio Televisión de Andalucía y el Ayuntamiento jienennse se han unido al proyecto recogiendo el guante lanzado por la Consejería andaluza de Medio Ambiente.

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