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El ex ministro francés Strauss-Kahn, procesado también por el 'caso Elf'

Los problemas judiciales de Dominique Strauss-Kahn (DSK) no han hecho más que comenzar. Las jueces Eva July y Laurence Vichnievsky comunicaron ayer por escrito al que fue ministro de Economía y Finanzas francés hasta el 2 de noviembre que le procesaban por "complicidad al dar órdenes que desembocan en encubrimiento de abuso de bienes sociales", o, dicho de otro modo, "por haber hecho que su secretaria particular, Évelyne Duval, fuese asalariada por el grupo Elf sin realizar a cambio trabajo alguno". Strauss Kahn está implicado también en el caso MNEF.

El hipotético delito por el que estas jueces procesan a Strauss-Kahn es mínimo: Évelyne Duval cobró supuestamente 192.000 francos (casi cinco millones de pesetas). Pero ratifica el papel corruptor desempeñado por Elf como caja negra del mitterrandismo. Duval sí desempeñó un trabajo real en el Círculo de la Industria (CI) a partir de mayo de 1993, después de que los socialistas perdiesen las elecciones y ella dejase de ser secretaria personal de DSK, hasta entonces ministro de Industria, pero los distintos empresarios presentes en el Círculo dejaron que fuese Elf la que se hiciese cargo de los gastos de funcionamiento de su asociación y del sueldo de Duval.Para DSK, la noticia llega cuando eran cada vez más amplios los rumores que le exculpaban de todo procesamiento en el sumario de la MNEF, esa mutua estudiantil a la que prestó sus servicios como abogado de negocios. En ese caso está procesado por "falsificación y uso de falsificaciones". Este sobreseimiento que, al parecer, está a punto de llegar había permitido que el antiguo ministro y hombre de confianza del primer ministro, Lionel Jospin, hubiese comenzado un progresivo regreso a la superficie de la vida pública y que su nombre volviese a sonar como gran esperanza para el Ayuntamiento de París en 2001.

En el transcurso de las últimas semanas, los militantes del propio partido socialista habían ovacionado a DSK en varias ocasiones. Su dimisión el 2 de noviembre, destinada a liberar al Gobierno y al partido de cualquier contacto con los embrollos judiciales, ha sido vista por la opinión pública como un ejemplo de coherencia y honradez, en contraste con la actitud de Jean Tiberi, alcalde de París y hombre-pantalla de Chirac, que se aferra al cargo a pesar de más del 80% de los parisinos quisiera verle abandonar el Ayuntamiento.

"Me pregunto si este procesamiento no corresponde simplemente a una rabieta de las jueces ante los rumores en los medios de comunicación, de momento sin fundamento y prematuros, sobre el sobreseimiento del que se podía haber beneficiado Strauss-Kahn en el asunto de la MNEF", declaró ayer uno de sus abogados, Jean Veil.

Elf Aquitaine International (EAI), filial ginebrina de la petrolera Elf, es la sociedad que está en el ojo del huracán. Varios antiguos altos dirigentes gaullistas, como el exministro Jacques Peretti, o colaboradores directos de Charles Pasqua, varias veces ministro del Interior de Jacques Chirac, figuran entre los beneficiarios de la generosidad de Elf.

Pérdidas políticas

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La revista Globe-Hebdo, consagrada a la glosa del mitterrandismo, también supo de los fondos inagotables de EAI, al igual que Roland Dumas, ministro de Exteriores del presidente fallecido, o la escandalosa Christine Deviers-Joncour, que se ha autocalificado como "puta de la República" en un libro en el que cuenta sus amores y negocios con Dumas.

Durante el mandato en Elf de Loïk Le Floch Prigent, conocido como "el PDG rojo" por sus supuestas simpatías socialistas, el grupo Elf perdió, según estimaciones de Financial Times, 25.000 millones de francos (625.000 millones de pesetas). Una buena parte de ese dinero se volatilizó en inversiones políticas pedidas por el poder -ya fuesen en la recién anexionada República Democrática Alemana (RDA) o en prospecciones ruinosas en la República de Congo-, o para comprar voluntades, pagar favores y corromper políticos o personalidades influyentes. Se calcula que esta partida estuvo engrasada por una cifra situada entre los 1.500 y 4.000 millones de francos. Dos antiguos ministros alemanes, Agnes Hurland Büning y Hans Friederich, figuran dentro de una lista de la que se dice incluye 105 nombres.

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