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La deficiente gestión de la grúa costará a los ciudadanos más de 1.000 millones

Antonio Jiménez Barca

Recuperar un coche que se ha llevado la grúa cuesta hoy 14.500 pesetas. Desde enero, sólo 14.000. A algunos automovilistas les parece excesivo y denuncian que el Ayuntamiento usa la grúa para, además de mejorar el tráfico, recaudar dinero. Los datos niegan esta teoría: la grúa es un negocio ruinoso. Cada coche que traslada al depósito le sale a la empresa mixta que gestiona el servicio por unas 24.000 pesetas como mínimo. De ese precio, el infractor sólo pagará el 54%, mientras el Ayuntamiento financiará el 46% restante: más de 1.100 millones de pesetas en pérdidas. Las tasas municipales deben fijar el precio real que cuesta un servicio. La de la grúa madrileña no cumple este requisito.La grúa municipal es un mal negocio por dos razones: cada vez atrapa menos coches y cada vez cuesta más dinero, público, mantener el dispositivo activado. En 1999, según datos facilitados por el concejal de Hacienda, Pedro Bujidos, sufragar las 136 grúas que circulan por la capital, los 270 conductores que las manejan, los 100 empleados más que ayudan a su mantenimiento y los 260 policías que vigilan las seis bases donde se almacenan los vehículos atrapados va a costar 3.853 millones. Estas pérdidas serán mayores el año que viene, en el además se prevé recoger 24.000 coches menos.

Se podría pensar que la grúa municipal es deficitaria porque lleva a cabo trabajos frustrados que no se cobran: un 25% de los desplazamientos, por ejemplo, no obtienen recompensa porque el infractor ha escapado antes de que llegue la grúa. Emitra, la empresa mixta que gestiona la grúa, cuyas acciones comparten el Ayuntamiento (56%) y Fomento de Construcciones y Contratas (44%), también hace labores por las que no ingresa: retirar coches que molestan en procesiones o en desfiles. Pero ni siquiera descontando todo ese esfuerzo que la grúa municipal emplea en labores gratuitas se llegaría a equilibrar el presupuesto. En 1999, sólo los trabajos de recogida de coches mal aparcados costarán 2.980 millones; por esto está previsto recaudar 1.847 millones. En el desfase influye la tarifa, que baja 1994, año en que se situó en su lugar más alto: 18.530 pesetas.

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Tradición municipal

El gobierno municipal del PP acumula tres años de fracasos en la gestión del servicio de la grúa

El RACE mantiene 28 grúas con 31 conductores y cuatro empleados. El presupueto para sufragar todo esto no supera, según Garro, los 200 millones "como mucho". "A mí me cuesta mantener y tener en funcionamiento en las calles cada grúa, de media, unos cinco millones de pesetas", calcula Garro. Al Ayuntamiento, durante 1999, tener operativas cada una de sus 136 grúas le costó casi 30 millones de pesetas. "Pero cada trabajo es distinto", se exculpa Garro.El concejal de Hacienda también coincide en que Emitra "debería gestionarse mejor". Pero luego añade: "Claro, que esto por fin servirá para aquellos que repiten todo el día que la grúa es un negocio redondo para el Ayuntamiento. No aporta sino pérdidas a las arcas municipales. Es un instrumento de regulación del tráfico, no de recaudación. Ójala pudiera dejar de existir este servicio, pero es imposible".

Bujidos, pese a todo, justifica la bajada de la tarifa de la grúa 500 pesetas a partir de enero con un argumento socorrido y repetido: "El año que viene se atraparán, seguro, más coches y mejorará la recaudación", dice. ¿A pesar de sus propias previsiones, que apuntan a la baja? "Sí. A pesar de eso. Sobre todo hay que ser optimistas, y yo lo soy", explica.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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