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FIN DE REINADO EN MARRUECOS

El brazo fuerte de un régimen personalista

El monarca alauí reinó durante 38 años con un férreo control hasta que decidió abrir el régimen en los últimos años de su mandato

El rey Hassan II de Marruecos ejerció con firmeza y pasión el poder en su país desde que accedió al trono en 1961. Amante del lujo y el dinero, dotado de una viva inteligencia, según sus interlocutores extranjeros, que le mantuvo siempre con una visión histórica para explotar la aparente debilidad de su reino, a casi nadie dejó indiferente.Nacido en Rabat, la capital del país, el 9 de julio de 1929, era el decimoséptimo monarca de la dinastía alauí. Hijo del sultán MohamedV, aprendió las primeras nociones del Corán y la religión islámica en el palacio real.

Tras obtener el título de bachiller en el Colegio Real en 1948, cursó estudios jurídicos en la capital de Marruecos. En 1951 consiguió la licenciatura, y un año después recibió el diploma en Derecho Público por la Facultad de Burdeos, de la que dependía el centro de Rabat. A Marruecos aún le quedaban cinco años para ser independiente de Francia.

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Las actividades de la familia alauí por conseguir la soberanía de su país fue el pretexto que empleó París para enviarla al exilio: el 20 de agosto de 1953, Hassan y los suyos partieron para Córcega por decisión de las autoridades del protectorado francés. Depués, fueron obligados a residir en Madagascar. Mulay Hassan participó con su padre en las negociaciones con los franceses para el retorno de la monarquía a Marruecos. El 16 de noviembre de 1955, en virtud de los acuerdos de Celle Saint-Cloud, regresaron a Marruecos. Cuatro meses después, en el 2 de marzo de 1956, el príncipe Mulay Hassan asistió junto a su padre al acto de proclamación de la independencia de Marruecos.

La relación de Mulay Hassan con las Fuerzas Armadas comenzó desde muy pronto: a los siete años, su progenitor le nombró coronel. Luego fue piloto de avión de combate en el portaaviones Jeanne D"Arc, de la Armada francesa.

En mayo de 1956 fue nombrado jefe de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, con la misión de constituir el Ejército marroquí, que se nutrió desde un principio de hombres que habían servido en las milicias de Francia y España, así como en el Frente de Liberación Nacional. Además, se le encomendó la organización del Ministerio del Interior y de la Seguridad del Estado. Hassan, que desde el establecimiento del reino marroquí había participado en los destinos del nuevo Estado fue designado vicepresidente del Consejo de Ministros el 23 de mayo de 1960. A los pocos meses, el 26 de febrero de 1961, murió Mohamed V, por lo que fue proclamado rey de Marruecos con el nombre de Hassan II.

En el ámbito internacional, Hassan intentó mantener una política de no alineamiento, caracterizada sin embargo por su dinamismo en el exterior. Su oposición a una industrialización estatalista de su país, según el modelo que triunfaba en los nuevos países descolonizados, sirvió para que Marruecos sea uno de los pocos países africanos exportadores gracias a su desarrollo agrícola.

De puertas para adentro, Hassan II impulsó una Constitución que fue sometida a referéndum el 7 de diciembre de 1962. Tras la consulta, la Carta Magna fue aprobada por amplia mayoría. No obstante, la vida de ésta fue breve: decretó el estado de excepción en 1965 por unos graves incidentes acaecidos en Casablanca. Hassan II asumió todos los poderes y gobernó por decreto hasta 1970, año en que fue promulgada una nueva Constitución.

Hassan sufrió el primer intento de asesinato conocido el 7 de julio de 1971 cuando se encontraba en el palacio de Sjirat celebrando su cumpleaños. En el atentado perecieron 100 personas. El primogénito salvó su vida gracias a que una de las ayas españolas de palacio le protegió con su cuerpo. Al año siguiente, Hassan II estuvo de nuevo a punto de perder la vida. El Boeing 727 en que regresaba de París fue atacado por una escuadrilla de aviones, cuya misión originaria era escoltarle.

En 1972, la Constitución fue sustituida por otra que permitió la celebración de los primeros comicios, en Marruecos, en 1977.

Uno de los mayores y polémicos esfuerzos de la monarquía alauí durante estos años ha sido la reivindicación del Sáhara Occidental. Cuando este territorio aún pertenecía a España, incitó en octubre de 1975 la denominada Marcha Verde, en la que tomaron parte 350.000 marroquíes. Con la retirada de España en febrero de 1976, el Sáhara fue proclamado independiente el 27 de ese mes por el Frente Polisario. En ese mismo instante, también, se declaraba la guerra entre la República Árabe Saharaui Democrática (entidad polisaria) y el reino de Marruecos, que se anexionó el territorio en 1979.

El conflicto ha repercutido en la economía nacional: la crisis se tradujo en dos revueltas nacionales, fuertemente reprimidas, una en mayo de 1981, en Casablanca, y otra en enero de 1984, extendida por todo el territorio.

En 1984, la Organización para la Unidad Africana reconocía a la República Arabe Saharaui Democrática, decisión que llevó a Hassan II a promover la salida de su país del organismo.

En septiembre de 1984 se volvieron a celebrar elecciones, esta vez en virtud de una nueva reforma constitucional. El triunfo, de nuevo, fue de los oficialistas de la Unión Constitucional y Reunión Nacional de Independientes.

El 2 de marzo de 1991 se celebra el 30 aniversario de su llegada al trono y en un discurso sin precedentes promete elecciones libres en Marruecos tras la celebración de un referéndum de autodeterminación del Sáhara, y concede la libertad a más de 2.000 presos. Ésta es la primera vez en más de una década que Hassan se pronuncia de forma explícita a favor de un referéndum en la antigua colonia española que todavía no se ha celebrado.

El 29 de abril la ONU aprueba una resolución para la descolonización marroquí del Sáhara que incluye la entrada en vigor de un alto el fuego a partir del 6 de septiembre de 1991 y la celebración de un referéndum para enero de 1992. El último retraso para la consulta ha fijado la fecha en julio del 2000.

El 11 de agosto de 1992 Hassan disuelve su Gobierno y nombra un nuevo Ejecutivo de transición con un hombre de confianza al frente, Mohamed Karim Lamrani.

Al año se celebran nuevas elecciones legislativas. Unos comicios que se repiten al año siguiente ante las denuncias de irregularidades por parte de la oposición. De la nueva convocatoria, en septiembre de 1993, la derecha obtiene 67 escaños frente a los 22 que consiguen los partidos agrupados en la oposición.

Poco antes, el 30 de agosto, Hassan había inaugurado en Casablanca la mezquita más grande del mundo después de la Meca. Un templo que lleva su nombre. Este acontecimiento fue criticado en círculos occidentales por el derroche que suponía una construcción de estas caraterísticas.

En abril de 1994, con el conflicto del Sáhara enquistado, Hassan asegura por televisión que Ceuta y Melilla, son unos territorios "expoliados por España". El rey de Marruecos no había hecho unas declaraciones de este calibre desde 1987.

El 25 de mayo de 1994, Hasan remodela de nuevo su Gobierno y sustituye a su primer ministro, Karim Lamrani, por Abdelaziz Filali, quien ocupaba hasta el momento la cartera de Exteriores.

Desde entonces, Hassan ha visto a su país envuelto en duros enfrentamientos con la oposición que han desembocado, en las elecciones de 1997, en un vuelco en el poder: los socialistas formaron Gobierno en 1998.

Este mismo mes, julio de 1999, Hassan II se ha entrevistado con el presidente francés Jacques Chirac, y con el rey Juan Carlos. Además de monarca, Hassan II era el jefe del Estado y el Emir Al Mounime, la máxima autoridad de carácter religioso en Marruecos. Hassan II tenía dos esposas, Fátima Amaroq, con la que no tuvo ningún hijo, y Latifa Hamu, bereber, con la que tuvo cinco hijos: Lalla Mariam, de 36 años; Sidi Mohamed (príncipe heredero), de 35 años; Lalla Asma, de 33 años; Lalla Hasna, de 31 años; y Mulay Rachid, de 29 años.

En septiembre de 1994 su hija menor, Lalla Hasna contrajo matrimonio con un cardiólogo ajeno a la realeza a pesar de la oposición inicial del monarca alauí.

En mayo de 1994, el periodista francés Eric Laurent publicó su biografía Memoria de un rey donde Hassan defiende a través de una entrevista con Laurent sus 30 años de reinado. Entre otras críticas, su gusto por el lujo y sus enormes propiedades inmobiliarias y agrícolas chocaron con la pobreza de su país, en el que cerca de la mitad de la población vive con menos de 250 pesetas al día, según un informe oficial de 1997. Hassan II nunca fue entrevistado por un periodista marroquí, y no vaciló en hacer esperar con sus legendarios retarsos a jefes de Estado de la talla del presidente francés François Mitterrand, que se refirió a él como "un hombre inútilmente cruel", o de la reina Isabel II de Inglaterra.

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