Clinton condena la actuación de la guardia costera contra los balseros
En unas manifestaciones inusualmente críticas contra un organismo bajo su dirección, el presidente de EEUU, Bill Clinton, condenó ayer la actuación de la guardia costera, que a finales del pasado mes intentó evitar que seis balseros cubanos alcanzaran la costa de Florida usando mangueras a presión y gases químicos. Estas medidas fueron calificadas por Clinton de "ultrajantes". El incidente ocurrió el 29 de junio, cuando tres botes de la guardia costera rodearon a una frágil embarcación de madera que se dirigía a la costa y emplearon un cañón de agua para hundirla, intentando luego impedir que sus seis ocupantes ganaran la playa. Sólo dos lo consiguieron.
Los acuerdos de inmigración suscritos por Cuba y Estados Unidos permiten pedir asilo político a los balseros que lleguen a tocar tierra. Sin embargo, aquellos que son interceptados en el mar, aunque sea a pocos metros de la orilla, son devueltos a la isla. Este incidente fue emitido en directo por una televisión local y posteriormente difundido internacionalmente, desatando la ira de la población cubana exiliada en EEUU, que se lanzó a la calle para protestar y pedir la derogación de los acuerdos migratorios.
Clinton, que asistía en Miami a un acto de recaudación de fondos para su partido, aseguró que se enteró de la actuación, sobre la que hay abierta una investigación, por los medios de comunicación. "Nunca apoyaremos el uso de medidas excesivas e inhumanas contra nadie que quiera entrar en nuestro país", subrayó.
