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El IVAM revisa en 'Diseño gráfico en la era mecánica' el universo artístico de entreguerras

La muestra más completa de la colección Merrill Berman recala por primera vez en Europa

Ferran Bono

Expertos y conservadores de museos de su país desaconsejaban la compra del material impreso en la época de las vanguardias porque no apreciaban esa conjunción entre arte y política. Pero al afán coleccionista del norteamericano Merrill C. Berman se unió su pasión por la historia del arte y de la política, y, a partir de 1975, empezó lo que hoy se considera una de las colecciones más importantes del mundo del diseño gráfico de entreguerras. En la muestra Diseño gráfico en la era mecánica, que ayer se inauguró en el IVAM, se han seleccionado 200 de las 20.000 piezas que componen la colección.

Carteles, anuncios, maquetas, pasquines y algunos de los más conocidos fotomontajes y collages de artistas europeos y americanos, como Rodchenko, El Lissitzky, Schwitters, Man Ray, Oskar Schlemmer, Haussman, Moholy Nagy, Heartfield o Theo van Doesburg, entre otros, se recogen en la exposición que, por primera vez, reúne en Europa una selección de tal magnitud de la colección privada de Merrill C. Berman. El Williams Collage Museum of Art (Massachusetts) es el organizador de la muestra, comisariada por Darra Goldsmith, Ellen Lupton y Deborah Rothschild, que se clausurará el 2 de octubre. Posteriormente, la exposición viajará a Japón. El Centro de Arte Reina Sofía de Madrid exhibe hasta el día 28 una parte de los fondos de la colección Berman en la exposición Fotografía pública, 1919-1939.

"Sé que es poco modesto por mi parte, pero creo que fui un adelantado a mi tiempo", comentó ayer Berman, en alusión a su colección de obra gráfica y al poco aliento que recibió en su país para reunir todo el material artístico, cuyo denominador común es la "búsqueda de la modernidad", en palabras del director del Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM), José Manuel Bonet.

Modernidad que, sin embargo, no llamaba la atención del mercado artístico francés de mediados de los años setenta. Berman encontró entonces una treintena de piezas gráficas de los primeros y agitados años de la Unión Soviética, pero estas obras eran normalmente consideradas "meras curiosidades, oscuras y tristes, en comparación con los carteles más populares y agradables del art nouveau", señala el estudioso Maud Lavin en el texto introductorio del catálogo.

Berman, de carácter contestatario e historiador político, compró el lote, que incluía cinco obras del hoy muy expuesto Gustav Klutsis, y se internó en el universo del papel impreso, de la tipografía y el grafismo. "Cuando las vi, me atrajeron tanto el valor político como el artístico de las obras", recordó Berman.

En la exposición es posible ver carteles y anuncios que jamás se han expuesto, por ejemplo, en el IVAM, uno de los escasos museos que se ha interesado por la obra gráfica de las vanguardias, destacó expresamente Berman. No en vano, el museo valenciano tiene, en este sentido, los fondos "más ricos de cuantos se conservan en España", indica Bonet en el catálogo. El coleccionista norteamericano señaló que el primer contacto con el IVAM fue en la etapa de Vicent Todolí como responsable del área artística del museo -ahora es director de la Fundación Serralves de Oporto- hasta que la relación ha fructificado en la actual Diseño gráfico en la era mecánica.

Así, se pueden observar curiosos carteles, como los que anuncian la electrificación rural de EEUU o la publicidad del Partido Comunista Norteamericano reclamando el respeto por los derechos de los negros. También se pueden apreciar las vanguardias soviéticas de la época del estalinismo, la propaganda política de la Italia fascista o los populares diseños del francés Cassandre, que inauguraron una visión diferente de la náutica y expresaron el dinamismo de la era mecánica con estilizada imaginería.

La exposición está dividida en cuatro bloques: Diseño y vanguardia, que explora los nuevos caminos de producción artística emprendidos por los futuristas, dadaístas y constructivistas rusos; Diseño y comercio, que indaga en radicales experimentos de la expresión visual a través de la publicidad, la impresión y la propaganda; Diseño y cambio social, que recoge la introducción de las infraestructuras energéticas y de los nuevos intereses sociales, y Diseño y política, que reúne el empleo del cartel y otras formas publicitarias en las convulsiones políticas de entreguerras.

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Sobre la firma

Ferran Bono
Redactor de EL PAÍS en la Comunidad Valenciana. Con anterioridad, ha ejercido como jefe de sección de Cultura. Licenciado en Lengua Española y Filología Catalana por la Universitat de València y máster UAM-EL PAÍS, ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria periodística en el campo de la cultura.

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