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GUERRA EN YUGOSLAVIA Acuerdo de Paz

La OTAN dicta ya las órdenes al Ejército serbio

El jefe de la fuerza de intervención en Kosovo comunica hoy las instrucciones de retirada

El general Michael Jackson, responsable de las tropas aliadas acantonadas en Macedonia, negociará hoy con militares serbios "en algún punto de la frontera" de este país las rutas que serán utilizadas por las fuerzas de Slobodan Milosevic para abandonar la provincia. La OTAN cree que el domingo o el lunes puede cesar la campaña aliada "si se confirma una retirada rápida". La campaña aérea ya pareció ayer menos intensa que en días anteriores. El líder político del Ejército de Liberación de Kosovo (ELK), Hashim Thaci, denunció ayer una nueva ofensiva de las fuerzas yugoslavas. Fuentes del ELK dijeron que seguirían con la "resistencia", pero el portavoz de la OTAN, Jamie Shea, recordó que Thaci prometió "cooperación y contención".

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Macho Jacko en primera línea

Hoy puede ser un día crucial para confirmar que la capitulación de Milosevic es un hecho. El general británico Michael Jackson, comandante en jefe de la Kfor, la fuerza de paz aliada que se desplegará en Kosovo, pactará hoy con altos oficiales yugoslavos los caminos de la retirada serbia de la provincia. Todo indica que después de este encuentro empezarán a moverse hacia el Norte las tropas de Milosevic. La Alianza esperará entonces unas horas, quizá todo un día, para verificar que el movimiento de retirada no es ficticio. Será entonces cuando el secretario general de la OTAN, Javier Solana, pedirá al Consejo Atlántico la suspensión cautelar de la campaña aérea.Jackson y los oficiales de Milosevic se reunirán en presencia de observadores rusos y de miembros del equipo negociador del enviado especial europeo, el presidente finlandés Martti Ahtisaari. La cita debe servir "para clarificar las modalidades de la retirada y para establecer sistemas de verificación efectiva", según el portavoz civil aliado, Jamie Shea. Los dos ejércitos deberán pactar rutas seguras para que el ejército en retirada no sea bombardeado por los aviones aliados. El Ejército yugoslavo debe, a su vez, suministrar información sobre la localización de las minas que ahora mismo permanecen sembradas en las fronteras de Kosovo.

La OTAN quiere que la retirada serbia sea muy rápida, tanto para confirmar que no se trata de una treta de Milosevic como para dificultar la comisión de más matanzas. Los kosovares han alertado ya de que buena parte de las peores matanzas durante la guerra de Bosnia se cometieron precisamente cuando las tropas serbias se retiraban.

A pesar de su enorme cautela, los aliados no pueden ocultar su optimismo aunque se niegan a poner día y hora al cese de los bombardeos. "Vamos a vivir momentos decisivos en las próximas 24 o 48 horas. Depende de los serbios. Si se confirma una retirada rápida y total se darán las condiciones para suspender la campaña aérea", declaró Shea. El domingo o el lunes parecen los días clave.

Promesas incumplidas

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Pero el portavoz insistió en la prudencia. "No es momento de que nuestros deseos vayan más allá de la realidad. Las promesas de paz no son todavía una paz real", dijo. "Tenemos diez años de experiencia haciendo acuerdos con el presidente Milosevic y sabemos muy bien que le es mucho más fácil hacer una promesa que cumplirla. Hemos aprendido que un acuerdo con él no tiene valor hasta que no se ha puesto en marcha y el único acuerdo que ha cumplido en diez años, los acuerdos de paz de Dayton sobre Bosnia, es el único que ha sido aplicado bajo la vigilancia de las tropas de la OTAN", dijo. Entretanto, las tropas de la OTAN en Macedonia que forman la avanzadilla de la Kfor han sido puestas en alerta de 24 horas, lo que significa que tienen que estar preparadas para partir a Kosovo en un plazo de 24 horas desde que se tome la decisión de empezar el despliegue.La OTAN mantuvo ayer sus ataques aéreos. Aunque realizó 600 salidas -una cifra semejante a la del día anterior- no facilitó la cifra de salidas de ataque como había hecho hasta ahora. Todo indica que la ofensiva se ha suavizado. Los ataques se ciñeron a objetivos militares y sólo fue atacado un objetivo de doble uso militar y civil: un puente de autopista. Las baterías serbias continuaron disparando contra la aviación aliada, pero la actividad de las tropas sobre el terreno disminuyó. Aún así, cuatro personas resultaron heridas en Albania por los disparos de la artillería yugoslava contra la franja fronteriza en la que suele refugiarse la guerrilla del Ejército de Liberación de Kosovo. El ataque fue confirmado por observadores de la OSCE.

El domingo se reunirán en Colonia los ministros de Exteriores del G-8 (EE UU, Rusia, Canadá, Japón, Alemania, Francia, Reino Unido e Italia) para dar el acuerdo definitivo al texto de la resolución que será aprobada por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas a partir del ya aceptado por Belgrado. Los aliados confían en que una rápida retirada serbia permita detener los bombardeos antes de que la resolución sea sometida al Consejo de Seguridad. Así se lograría respetar la exigencia de China, que ha amenazado con vetar la resolución si antes no se detienen los bombardeos.

El emisario ruso para Kosovo, Víktor Chernomirdin, anunció ayer que su país podría aportar entre 5.000 y 10.000 militares a la futura fuerza de paz.

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