Las goteras vuelven a la sala Velázquez al terminar las obras de la cubierta del Prado
El director del museo califica de "preocupante" la situación y admite otras humedades
La lluvia entró ayer otra vez en el Museo del Prado. Una gotera en la sala Velázquez, encima de Los borrachos y cerca de Las meninas, atravesó las nuevas cubiertas, cuyo coste alcanza los 3.000 millones de pesetas. Visitadas el 18 de mayo por el ministro de Cultura, Mariano Rajoy, la inauguración de las obras está prevista para julio por el presidente Aznar. La tormenta que descargó ayer a las cuatro de la tarde sobre Madrid afectó también al hueco de escalera de la zona central que une las dos plantas. "Aunque no haya afectado a las obras, es preocupante", dijo el director, Fernando Checa.
La nube negra que cubrió a primera hora de la tarde de ayer Madrid, y que descargó durante una media hora una fuerte tromba de agua y granizo, provocó la gotera de la sala 16B, donde se han instalado de forma provisional las grandes obra de Velázquez, como Las meninas, Las hilanderas, Las lanzas, El Cristo y Los borrachos, entre otras. En otra sala cercana, la XII, se produjo hace cuatro años una filtración sobre Las meninas, que aceleró el proyecto de renovar la cubierta y provocó la destitución del entonces director, Felipe Garín. El agua que ayer atravesó la nueva cubierta y el encamonado (o falso techo) goteó en el suelo durante un rato, según explicó un testigo. La zona afectada se encuentra en la parte superior de la sala 16B, en una superficie curva entre el techo y la pared. El cuadro más cercano es Los borrachos, que no fue afectado directamente por el agua. Dos horas más tarde, con el mármol del pavimento ya seco, la mancha de humedad entre la cubierta de cristal y la pared tenía el tamaño de una bandeja de unos 70 centímetros; junto a ella, otra más pequeña se acercaba más a la pared donde cuelga Los borrachos.
Informe técnico
El director del museo, Fernando Checa, pidió "inmediatamente" un informe técnico a Rafael Olalquiaga, arquitecto del proyecto de las cubiertas junto con Dionisio Hernández Gil, con quien visitó la zona afectada. Checa desconocía las causas del "incidente", sobre todo cuando están terminadas las obras de la reforma de las cubiertas. "Es preocupante", declaró al intentar averiguar si la filtración es por un defecto del proyecto, de la construcción o de la supervisión del Ministerio de Educación y Cultura.Fernando Checa pidió garantías a los técnicos y un aumento de la vigilancia, pese a que las empresas constructoras, Fomento de Construcciones y Contratas y Necso (Entrecanales y Cubiertas), realizan un seguimiento y el propio museo tiene un equipo para descubrir cualquier anomalía.
En las últimas semanas las humedades han perseguido las obras de remate de las cubiertas. Los técnicos se refieren a las "brujas" para buscar las causas. La nueva cubierta de plomo -con una vida entre 75 y 100 años- tiene zonas sin nivel donde se almacena el agua mientras se evapora. En la sala39, dedicada a Goya, donde se encuentran los grandes cuadros de los Fusilamientos, ha entrado el agua por las ventanas. Este defecto de obra ha obligado a las empresas constructoras a repasar los sellados para evitar las filtraciones.
El caso más singular es la humedad aparecida cerca de la cartela de un cuadro de Corrado Giaquinto, en las nuevas salas de pintura del siglo XVIII. Esta humedad está "medio controlada", según Checa, pero no ha desaparecido todavía. Una posible explicación es que exista agua estancada en alguno de los canalones antiguos que se han taponado con las nuevas obras. El edificio Villanueva estará listo el próximo mes de julio, con la cubierta y las 20 nuevas salas de exposiciones, una vez que se quiten la sobrecubierta móvil y las grúas. La inauguración oficial, presidida por José María Aznar, incluye la nueva ordenación de las salas, desde el románico y medieval hasta el sigloXVIII, en las tres plantas, con los espacios singulares de la galería central, Velázquez y Goya.
Durante tres años se han cambiado las cubiertas, para conseguir el diseño original de Juan de Villanueva, con una inversión de 3.000 millones de pesetas. La cubierta acabada en plomo tiene una superficie de 11.120 metros cuadrados. La intención es dejar el edificio principal exclusivamente para exposición de las colecciones, mientras que los servicios públicos y del propio museo se desplazan a los edificios de la ampliación.
El Prado es la primera de las "instituciones de cabecera" en los planes de inversiones del Gobierno, a partir de un acuerdo parlamentario entre todos los grupos. Para Aznar, es el "buque insignia" de la cultura española, y en su reciente visita, Mariano Rajoy dijo que "no se puede jugar" con el Prado.
Babelia
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