Los 'pablorromero' de Partido de Resina, ante el año de confirmación
"Antes Pablo Romero". Desde finales de 1997, la frase brilla en los carteles como el Cave canem ("Cuidado con el perro") de las villas romanas. "Siempre digo que ponga lo de Partido de Resina en pequeño, y el resto, bien grande", dice José Luis Algora, veterinario y ahora representante del mítico hierro. Son, gustos a un lado, los toros de lidia más espectaculares y bellos. Hoy salen al ruedo de Las Ventas en el que es su segundo año con el nuevo sello. Se trata de la temporada de confirmación. "Estamos contentos, porque hemos conseguido paliar uno de los problemas históricos del hierro: las caídas. Esto, y unos cambios en lo que se refiere a asuntos sanitarios, de manejo y selección, es de momento nuestra aportación a una ganadería que no requiere cambios", dice el representante de la sociedad limitada que administra algo más que una simple empresa.Integridad
"Nuestra principal preocupación", continúa Algora, "es mantener la integridad de un hierro con unas características muy determinadas. Nuestro reto, teniendo en cuenta que se trata de camadas muy cortas, es luchar contra el exceso de consanguinidad y, claro está, el evidente peligro de extinción". El año pasado, los de Partido de Resina se dejaron ver en ocho corridas de toros y una novillada. "Especialmente interesante fue el encierro que pisó el coso de Puerto de Santa María. Obtuvimos los premios al mejor toro -de nombre Candilejas- y a la mejor corrida", afirma sin disimular el entusiasmo, y sigue: "Este año, la de San Isidro será nuestra segunda corrida". La primera fue la de Córdoba, en la que tres toros se descubrieron, en sus palabras, "sorprendentemente buenos para el torero". ¿Contento? "Yo, personalmente, no del todo", comenta, y en esta última frase se dibujan las prioridades de la divisa: "Nuestros objetivos son otros. Primero, que vayan bien al caballo y, por supuesto, que demuestren la casta. Luego, si, por añadidura, exhiben otras actitudes, mejor".
De hecho, Algora no duda en reconocer que la tensión sobre qué tipo de toro debe saltar al ruedo (el de los aplausos o el de toda la vida) también existe en el seno de la nueva sociedad: "Con esto no quiero decir que haya peligro de que vayamos a cambiar nada de la razón de ser de esta ganadería. No es cierto que a nuestros toros no se les pueda cortar las orejas. Lo que sí es verdad es que una oreja de un pablorromero tiene más valor. Nuestro toro es la prueba que sirve para saber si una figura está capacitada para ser figura de verdad". Tras lo dicho, no puede evitar referirse a José Tomás: "Estoy convencido de que él podría hacerlo. Sería un ejemplo de orgullo torero. Es más, ahora, el mundo está al revés: precisamente los que se llaman figuras evitan a los pablorromeros".
La corrida de hoy, 22ª de feria: toros de Partido de Resina (antes Pablo Romero), para José Antonio Campuzano, El Fundi y Óscar Higares. A las siete de la tarde.
