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Reportaje:

Los bebés no deben dormir con luz

Un estudio demuestra que entre los niños que duermen con una lámpara encendida antes de los dos años se producen muchos más casos de miopía cuando son adultos

Milagros Pérez Oliva

Muchos niños tienen problemas para dormir y, para evitar que lloren, muchos padres deciden dejar una luz encendida en la habitación toda la noche. A veces es un piloto de luz tenue, y otras, la luz de la lámpara. Puede que esta medida calme transitoriamente la ansiedad de los niños, pero no sólo no es ninguna solución para conseguir que duerman bien, sino que además puede dejarles secuelas físicas importantes. Concretamente puede provocarles una miopía cuando sean mayores. Así lo indica un estudio multicéntrico realizado por investigadores del Medical Center de la Universidad de Pensilvania y el Children"s Hospital de Filadelfia, que recoge la revista Nature en su última edición. Eduard Estivill, jefe de la unidad del sueño del Instituto Dexeus y autor de un libro, Duérmete, niño, del que se han vendido ya 200.000 ejemplares, no se muestra sorprendido por este estudio, y añade que dormir con una luz encendida rompe además el ritmo biológico del día y la noche en los niños y no sólo no ayuda a que duerman, sino que impide que descansen adecuadamente.El estudio de la Universidad de Pensilvania indica que, entre los niños de entre dos y 16 años que habían dormido a oscuras hasta los dos años, el 10% eran miopes en el momento de realizar el estudio. En cambio, entre los niños que habían dormido los dos primeros años de su vida con la luz nocturna de un piloto tenue, el porcentaje de miopes se elevaba al 34%. Pero mucho más significativo fue aún comprobar que entre los niños que habían dormido no con una luz de piloto, sino con una lámpara o una bombilla de la habitación encendida, el porcentaje de miopes se elevaba hasta un 55%; es decir, "más de cinco veces más que entre los niños que habían dormido en la oscuridad durante su primera infancia", afirma el estudio. Los autores indican que el estudio no permite concluir que la luz sea la causa directa de la miopía, porque se trata de un análisis de tipo epidemiológico, y sin duda pueden intervenir otros factores, pero sí está claro, según afirma Richard A. Stone, profesor de oftalmología de la Universidad de Pensilvania, "que la ausencia de oscuridad en el sueño nocturno puede ser un importante factor de riesgo para el futuro desarrollo de un cuadro de miopía".

En cualquier caso, está claro, según Richard A. Stone, que, hasta que se hagan estudios para determinar qué otros factores pueden incidir, es recomendable no dejar luces encendidas en la habitación de los niños pequeños durante la noche". No es el riesgo de desarrollar una miopía la única razón para no hacerlo: "Dormir con la luz abierta interfiere en la producción de melatonina, una hormona que regula el reloj biológico del cuerpo. El organismo no segrega melatonina durante el día, la segrega durante la noche, en condiciones de oscuridad, y si no hay suficiente melatonina, el niño no descansa bien y tiene graves dificultades para regular el ritmo circadiano del sueño y la vigilia", explica Eduard Estivill.

Muchos padres creen que los niños tienen miedo a la oscuridad. Pero los niños no nacen enseñados respecto a estas cosas. "Si no saben dormir sin una luz encendida es porque se les ha enseñado así", indica Estivill, que recomienda que los niños duerman con la máxima oscuridad posible, incluso en la hora de la siesta. "Si la hipófisis segrega melatonina se descansa mejor. La menor producción de melatonina y la ruptura del ritmo biológico del día y la noche es lo que explica que las personas que trabajan de noche y duermen de día descansan menos y tengan dificultades para dormir".

En los niños ocurre lo mismo. Cuando los padres no consiguen que el niño duerma, primero se sienten responsables de su falta de descanso y adoptan desesperadamente todos los mecanismos que creen que pueden resolver el problema; entre ellos, dejar una luz abierta. Pero medidas como ésta no sólo no lo resuelven, sino que lo agravan: el niño pierde el ritmo del sueño y la vigilia, no descansa bien y durante el día está mucho más irritable. Los padres acaban sintiéndose culpables y, finalmente, impotentes. Ahora se descubre que, sin saberlo, podrían estar induciéndole una miopía.

El estudio de Pensilvania ofrece una explicación al hecho de que en el último siglo haya aumentado tanto la miopía, hasta el punto de que en las poblaciones más desarrolladas, como la de Estados Unidos, el 25% de la población es miope. El artículo que publica Nature indica que "el hallazgo

[de la Universidad de Pensilvania] sugiere que la mayor iluminación durante la noche, asociada a la industrialización, puede ser el principal factor de la alta incidencia de miopía en los países desarrollados".

Curiosamente, el estudio del profesor Stone encontró una correlación muy fuerte entre miopía y el hecho de haber dormido con la luz encendida hasta los dos años, pero no después de esa edad. Los autores del estudio apuntan la hipótesis de que el ojo se desarrolla sobre todo durante los primeros años de vida y, por tanto, es más vulnerable a la luz, pero consideran que deben realizarse nuevos estudios para comprobarlo.

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