¿Qué aporta cada uno?
¿Qué aporta cada uno a la campaña militar y política? Los anglosajones -sobre todo Estados Unidos, pero también el Reino Unido- tienen la mayor determinación política -herencia de Roosevelt y de Churchill- , la sabiduría militar y el peso de la maquinaria de guerra (aviones, radares). Los europeos, la mayoría de los soldados en Macedonia y Albania, y una especial sensibilidad para reconstruir la cobertura jurídica de la operación, evitar torpezas y reactivar la vía diplomática, con Rusia y con Naciones Unidas.Junto a Francia, Alemania ha desplegado mucha iniciativa en estos ámbitos, desde la propuesta de un Pacto de Estabilidad para la región, a la de un plan alemán -hoy semihibernado- que codifica la futura transición del conflicto al armisticio. Bajo su doble gorro de miembro del Grupo de Contacto y presidente semestral de la UE, ha hecho fluida la información a los demás, evitando la división en socios de primera y socios de segunda. Y ha impulsado un papel de la Unión Europea, aunque siempre complementario, mucho más activo y airoso del que desempeñó en la guerra de Bosnia.
Los italianos aportan la base de Aviano, plataforma nodal de la operación, la mala conciencia y los peros -en lo que les acompañan los griegos, con peor fortuna-, mientras se ponen de moda como alternativa a los españoles en el copo de puestos internacionales: la presidencia de la Comisión Europea (Romano Prodi); de Eurocámaras (Arnaldo Abruzzini); y de alguna gran agencia de la ONU (Emma Bonino).
España podría contar más. Perteneció al Grupo de Contacto en el segundo semestre de 1995, al encarnar la presidencia de la Unión Europea; pero a diferencia de Italia -que se encaramó de forma permanente tras su presi-dencia-, dejó pasar la ocasión. Un español dirige la OTAN, pero la tendencia oficial en España consiste en minimizar o diluir la participación del país en la guerra de liberación de los kosovares.
