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Clara Sánchez narra el deseo de una profesora por un joven alumno

La escritora publica su quinta novela, "El misterio de todos los días"

Miguel Ángel Villena

Una relación entre una profesora madura y un alumno todavía adolescente, "donde flota una atmósfera de admiración y de fascinación", vertebra el argumento de El misterio de todos los días (editada por Alfaguara), la quinta novela de la escritora Clara Sánchez (Guadalajara, 1955). Definida por su autora como una historia más de sentidos que de sentimientos, Clara Sánchez subrayó que la novela trata especialmente de "la naturaleza del deseo, que es algo inagotable". "La pregunta clave", añadió Sánchez, "siempre es aquella de si hemos deseado lo suficiente en esta vida".

La escritora castellana insistió durante la presentación en la importancia de la mirada de la narradora para comprender el punto de vista de la novela. De este modo, aprovechó una cita de Franz Kafka para subrayar que "no somos un cuerpo, sino una transformación". "A Elena, la protagonista", aclaró, "la domina el deseo, su objeto de deseo. Saciarse con la contemplación del joven es lo que ella desea. Es un mirar su crecimiento y su evolución que no se sacia. En definitiva, ella encuentra en el chico una forma de potenciar su vida, de potenciar sus deseos".Tras remarcar que el deseo supone un impulso superior a cualquier otra emoción o sentimiento y que en ocasiones deriva en ansiedad, Clara Sánchez confesó que la historia de El misterio de todos los días contiene rasgos autobiográficos. "Si no hubiera incluido experiencias de mi vida, no la podría haber escrito. Hay cosas que no se pueden fingir en literatura", manifestó esta escritora que compagina su dedicación a la literatura con el ejercicio de la docencia.

Cánones estéticos

A lo largo de la presentación de la novela a los periodistas, Clara Sánchez reconoció que socialmente sigue chocando que una mujer madura mantenga una relación con un hombre más joven. "Ahora bien", observó, "hay que modificar esos cánones estéticos de que un hombre de 50 años resulte atractivo, y no tanto una mujer de la misma edad". En este sentido, la novelista atribuyó a cuestiones históricas de relaciones sociales que las mujeres necesiten admirar a los hombres para enamorarse de ellos, mientras la actitud inversa sea minoritaria. "Hasta hace poco", indicó la autora, "las mujeres tenían poca proyección pública, y por eso ellos sólo estaban interesados en la apariencia física femenina". Está convencida Clara Sánchez de que el término "sentimental" se encuentra "depauperado y manoseado", de forma que prefiere hablar de sensaciones. "Las sensaciones cobran mucha más importancia en El misterio de todos los días que los sentimientos. Todo lo relacionado con la estética domina la narración", señaló la autora.

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