Treinta años de lucha para sentar a negociar al IRA
John Hume ha luchado de forma incansable, a menudo solo y contra todos, por la paz en Irlanda del Norte durante 30 años y por reunir al conjunto de los actores en el conflicto, incluido el Sinn Fein, el ala política del Ejército Republicano Irlandés (IRA). Este ex profesor de 61 años, desgreñado y con gruesas gafas, es el principal artífice de la nueva fórmula institucional del Ulster, ratificada durante el acuerdo histórico de paz de Viernes Santo.
Considerado durante mucho tiempo como el único interlocutor nacionalista respetable, el jefe del Partido Social Demócrata Laborista (SDLP) se encaró muy pronto con el Gobierno británico y con los protestantes unionistas, al insistir sobre la inclusión del Sinn Fein en el proceso de paz. Está convencido de que el terrorismo no provocó, sino que atrasó, la llegada de una solución política. "Derrochemos nuestro sudor, no nuestra sangre", ha repetido sin cesar a los nacionalistas.
Juzgado a veces ingenuo, este fiel seguidor de Martin Luther King ha defendido contra viento y marea su fe en un juego democrático suficientemente fuerte como para conseguir marginar la violencia.
