El PP se queda en minoría en su tesis sobre la cooperación internacional

Tras 14 meses de trámites parlamentarios, el Congreso aprobó ayer la Ley de Cooperación. Aunque el PP proclamó en el hemiciclo su satisfacción final, la ley dista mucho del proyecto del Gobierno: el último varapalo se produjo cuando la oposición -junto con CiU- derrotó la pretensiön del PP de primar a Economía en el control de la cooperación en detrimento de Asuntos Exteriores. Las ONG y el 0,7% manifestaron su alegría.

El ministro de Economía y Hacienda, Rodrigo Rato, sufrió por tanto una significativa derrota en el Congreso, al aprobarse la Ley de Cooperación sin la enmienda -rechazada por 168 votos contra 158 y una abstención- al artículo 17 introducida durante el paso del proyecto por el Senado. Según esa enmienda, el Ministerio de Asuntos Exteriores, contra lo pactado anteriormente en el Congreso, no sería "responsable de la dirección" de la cooperación española, sino "también responsable". Ello habría dejado las cosas como estaban antes de que la ley fuese una realidad: Economía y Hacienda, a cargo del control de los presupuestos de cooperación."Ustedes han roto el consenso establecido en el Congreso sobre este tema", dijo ayer, antes de la votación, el portavoz socialista, Francisco Fuentes, "y ello se debe al empecinamiento del señor Rato".

Convergència i Unió tuvo un papel clave. En los días pasados, fuentes de las organizaciones humanitarias (ONG) y de la Plataforma del 0,7% habían alertado de un pacto entre Rato y el portavoz de CiU, Joaquim Molins. Pero ayer Lluís Recoder (CiU) lo tenía claro en los pasillos antes de votar: "Exteriores es el responsable de la cooperación y la dirige". Para Recoder, "el PP habría hecho otra ley de contar con mayoría suficiente".

Pablo Izquierdo, portavoz del PP, proclamó que su partido había preparado una ley, "cosa a la que el PSOE no se atrevió", y agregó que "España se pone a la vanguardia y crea un modelo que será imitado".

Discordia

Izquierdo definió la enmienda de la discordia como "asunto irrelevante" y achacó la polémica a "intereses ajenos al Congreso". En el debate, Joan Saura, de Nueva Izquierda, había dicho que la enmienda no era "baladí" porque "si no fuese importante, ¿a qué romper el PP el consenso?". Por su parte, José Navas, de IU, rechazó el calificativo de "mejora técnica" con que el PP presentó su enmienda.El portavoz del PP, antes y despúes de la votación, sugirió que si se desestimaba su enmienda "la ley podría tener problemas jurídicos", y llegó a hablar de la posibilidad de "inconstitucionalidad" apoyándose en que un ministerio no puede dirigir la política que es prerrogativa del Gobierno. Economía ha hecho circular por los órganos de la Administración un informe con esa tesis, inspirado por el secretario de Estado de Comercio, José Manuel Fernández Norniella, quien, según fuentes de la Administración pública, se dispone a dimitir.

Izquierdo reconoció haber retirado en el Senado, "en aras del consenso", una enmienda al artículo 28, que pretendía otorgar a Economía la elaboración de los reglamentos de los créditos para países del Tercer Mundo destinados a que adquieran bienes de equipo y productos de consumo a empresas españolas. "Economía ha sido tildado de mercantilista", dijo ayer Izquierdo, "pero es un ministerio que impulsa políticas de desarrollo y hace transparente el comercio de armas".

La Plataforma del 0,7% dijo ayer a este periódico sentirse "como chico con zapatos nuevos", aunque advirtió de que se mantendrían "vigilantes sobre los reglamentos". El 0,7% recordó que ha luchado en la calle por la ley desde 1997.

Por su parte, la Coordinadora del ONG para el Desarrollo destacó "la presión de la sociedad en este logro. La ley admite el papel de Exteriores como responsable, pero mantiene ambigüedades y deja demasiadas cpsas a un posterior desarrollo reglamentario; además, el Consejo de Cooperación ve recortadas algunas funciones".