Mayte García-Nelson asegura que Prince está en un momento de gran creatividad
La bailarina-cantante adelanta los planes de su célebre esposo
Con 24 años Mayte García-Nelson descendiente de puertorriqueños pero nacida en Alabama (EE UU), es una persona risueña que no tiene tiempo para lo negativo: «Mi marido sufrió el racismo en la escuela y ahora ha creado un mundo propio en el que el color de la piel no significa nada». Aunque generalmente se refiere a él como «mi esposo» de vez en cuando se le escapa el nombre de Prince del que el músico reniega: «Fue una renuncia simbólica, cuando se alejó de las multinacionales para montar su propia compañía».
Mayte García-Nelson llegó a España hace unos días, llamó a una agencia de relaciones públicas y se mostró dispuesta a realizar promoción inmediatamente. Promoción de un disco, Scorpio, que todavía no existe y que será editado por la discográfica de su marido, que todavía no tiene distribución en España. Pero la perspectiva de conversar con la compañera del alma de Prince es demasiado tentadora y aquí estamos, en un hotel versallesco, en compañía de una perrita y un discreto guardaespaldas de aspecto asiático.Es sobradamente conocida la historia de su acercamiento a Prince. Su madre puso en contacto a Mayte con Prince: «Yo había estudiado todo tipo de baile, desde el claqué a la danza del vientre, y eso le impresionó suficiente para que me contratara». Al lado de Prince se ha despertado su vocación musical y ha completado su segundo disco con ayuda de Larry Graham, ilustre bajista y ex miembro de Sly and the Family Stone. «Es uno de los lanzamientos de nuestro sello, NPG Records, para antes del verano. Hay discos también de la vocalista Chaka Khan y del propio Graham. En Paisley Park tenemos una discoteca donde no se fuma ni se bebe pero donde mi marido toca con sus amigos; de esas sesiones saldrá un disco en directo. Hay un nuevo trabajo suyo que se titula The one . Acaba de sacar el cuádruple Crystal ball y un trabajo instrumental: Kamasutra. ¡No para!».
Mayte insiste en despejar la leyenda de extravagancia que rodea a su esposo: «No es un recluso. En Minneapolis vamos al cine o a conciertos, hace poco vimos tocar a los Ohio Players. Solemos alquilar una bolera y allí nos divertimos mientras suena la música que nos gusta. Además es su ciudad y nos sentimos seguros sin mucha vigilancia».
Prince y Mayte viven a cinco minutos de Paisley Park, el complejo de oficinas y estudios del músico. «Yo ejerzo de cocinera con Prince, somos vegetarianos y nos alimentamos con vegetales que se cultivan en nuestro invernadero sin abonos químicos. Para cocinar, pongo la música adecuada. Si hago paella, algo de flamenco. Si es arroz con habichuelas, escucho salsa. Mi esposo se está interesando por la música caribeña, ¡ya sabe quién es Celia Cruz! También es un fan de Carlos Santana. Si está tocando en alguna ciudad donde hay población latina, siempre interpreta algún éxito de Santana. Seguro que lo hará cuando venga a Madrid en junio».
Mayte dirige la New Power Generation Dance Company, que próximamente presentará por Europa Around the world in a day, espectáculo basado en música de Prince. «Es una compañía muy original, donde he conjuntado gente de la calle con bailarines profesionales. El show lleva un mensaje positivista, igual que todo lo que hacemos. Mi marido y yo creemos que enfadarse y quejarse hace que la sangre se envenene».
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