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El Congreso desvía al Senado el debate sobre la eutanasia

Rechazada la despenalización propuesta por IU y Nueva Izquierda

El testamento de Ramón Sampedro, lejos de extinguirse como un eco 36 días después de su muerte, sigue resonando como una voz firmemente alzada. El debate abierto por aquel tetrapléjico, gallego de 55 años llegó ayer al Congreso, en sendas proposiciones de ley de IU y el Grupo Mixto (impulsada ésta por Nueva Izquierda e Iniciativa per Catalunya) sobre despenalización de la eutanasia y sobre disponibilidad de la propia vida. Ambas fueron rechazadas por abrumadora mayoría, pero los grupos parlamentarios remitieron el problema a la comisión especial sobre la eutanasia propuesta en el Senado por el PSOE el pasado día 13, y que ya apoyan los nacionalistas.

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La proposición de IU sobre despenalización de la eutanasia (25 votos a favor, 288 en contra y 6 abstenciones) se fundamenta en "el sentir favorable de la opinión pública a la despenalización. "El texto solicita que no sea delito causar o cooperar "con actos necesarios y directos a la muerte de otro", siempre que éste lo pida expresamente en documento público y que haya un dictamen médico donde se refleje lo irreversible de la enfermedad y de los padecimientos físicos y psíquicos.Por su parte, el Grupo Mixto invoca en su exposición de motivos el artículo 10.1 de la Constitución que afirma "la dignidad de la persona" y "los derechos inviolables que le son inherentes"; y el artículo 15 ("todos tienen derecho a la vida"), interpretando que "la vida impuesta contra la voluntad de su titular no puede merecer el calificativo de bien jurídico protegido".

Este texto propone que se exima de pena a quien "permitiere, propiciare o facilitare la muerte digna y sin dolor de otra persona", y considera "la conveniencia de que las situaciones eutanásicas se resuelvan, en la medida de lo posible, en un contexto médico-asistencial", siempre con consentimiento "expreso y por escrito" del paciente o de sus familiares en caso de "incapacidad o imposibilidad" del enfermo de expresarse. Recibió 24 votos a favor, 289 en contra y 5 abstenciones.

Andrés Ollero, del PP, alertó de la posibilidad de que, si prosperasen las proposiciones (recordó de paso la procedencia marxista de los grupos que las presentaban), los médicos de la sanidad pública pudieran verse obligados a aplicar la eutanasia; y podría así llegar a "acabarse con la vida de muchas personas que no lo hayan pedido". Como todos los intervinientes, se refirió al caso Sampedro. "¿La tetraplejía es un fuerte menoscabo a la dignidad de la persona?", se preguntó. "No pocos tetrapléjicos han protestado contra esa idea", se respondió.

Carmen del Campo, del PSOE, manifestó que el caso Sampedro es "un aldabonazo" que obliga a plantearse que la conciencia de los españoles pide despenalizar la eutanasia". Y encomendó vivamente a los grupos que se sumen al debate en la comisión del Senado. Pese a todo ello, ayer el PSOE votó no.

Luis Mardones, de Coalición Canaria, se opuso amparándose en la necesidad de un consenso de los grupos, tras resaltar que, pese a que las encuestas indican que el 67% de los españoles son favorables a la eutanasia, ese apoyo decrece entre los de más edad, lo cual indica que el tema debe meditarse.

María Jesús Uría, del PNV, y Manel Silva, de CiU, se remitieron también a la comisión senatorial, y los nacionalistas vascos se abstuvieron. Francisco Rodríguez, del Bloque Nacional Galego, apoyó la proposición del Grupo Mixto.

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