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Reportaje:

Una buena carrera se hace con la cabeza, no sólo con el corazón"

Tras haber triunfado en los principales teatros de ópera de todo el mundo, la soprano navarra María Bayo canta mañana por primera vez en un a temporada lírica del Liceo de Barcelona. No lo hará con una ópera ni en el escenario del teatro, todavía en reconstrucción; será con un concierto en el Palau de la Música en el que interpretará arias de óperas de Mozart -su compositor favorito-, Bellini, Rossini, Bizet y Gounod. Al Liceo, cuando el teatro esté ya reconstruido, volverá en el año 2000 para interpretar el personaje de Zerlina de Don Giovanni, ya que ha rechazado una oferta del Metropolitan de Nueva York, donde a finales del año pasado cantó ese mismo personaje, para hacer, en las mismas fechas, El barbero de Sevilla. "Me habría gustado volver a cantar allí, es un teatro muy profesional en el que se trabaja como a mi me gusta, con seriedad, pero ya había dado mi palabra al Liceo".Este es un año muy especial para María Bayo: el de su doble debut en Salzburgo, en mayo en el Festival de Pascua, donde interpretará la ópera de Cavalli La Calisto, que del 2 al 16 de enero pasado interpretó en el Teatre Nacional de Catalunya, y después, en el festival de verano, encarnará a Cherubino en Las bodas de Fígaro, de Mozart. Éste es un personaje que en las últimas décadas han interpretado mezzosopranos y que ella, segura de sus posibilidades y amante de los retos, aceptó hacer cuando Gerard Mortier se lo propuso mientras esperaba que el Teatro Real de Madrid se decidiera a firmarle un contrato para cantar por esas mismas fechas L'esilir d'amore, de Donizetti. "Yo estoy abierta a cantar en el Teatro Real, pero una carrera se hace con la cabeza y no sólo con el corazón, y estuve demasiado tiempo esperando que se tomará una decisión que llegó tarde".

A María Bayo le duele que el haber optado por Salzburgo en lugar del Real no haya sentado bien a todo el mundo. "Por dos veces, y con las cartas de compromiso en la mano, anularon la inauguración en la que tenía que cantar. Me avisaron sólo un mes antes, y cuando surgió lo de L'elisir d'amore hubo tantos malentendidos y me habían toreado durante tanto tiempo que opté por aceptar la propuesta de Mortier. Ahora estoy negociando cantar en las futuras temporadas del Real, pero no hay nada claro", explica.

Bayo sabe que La Calisto, una ópera barroca que borda con su interpretación, es una apuesta segura para ella en el Festival de Pascua de Salzburgo, pero se siente también segura con el reto de interpretar el personaje de Cherubino. "No sé qué vio Mortier en mí para proponérmelo. Yo siempre he cantado en esa ópera a la Susanna. Me gustan los retos, pero siempre con los pies en el suelo, y antes de decir que sí a Mortier estudié las posibilidades que tenía con la partitura en la mano. Su idea no es tan descabellada. La tesitura del personaje es abordable para una soprano como yo, con un registro central sólido".

El 26 de febrero, María Bayo interpretará en el Palau de la Música de Valencia la ópera de Haendel Julio Cesar en una versión de concierto, y en verano, antes de partir hacia Salzburgo, dos funciones de Doña Francisquita en el Teatro de la Zarzuela de Madrid.

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