El Gobierno respalda al presidente que detuvo a un espectador por protestar

El Gobierno respalda al comisario José Manuel Sánchez, presidente de la corrida celebrada el pasado 1 de octubre en la plaza de LasVentas, que ordenó detener a un espectador cuando protestaba, provocando con esta actitud la aira da disconformidad de buena parte del público. El senador Juan Antonio Arévalo había dirigido una pregunta al Gobierno sobre este caso y le solicitaba informara sobre las medidas que iba a tomar con el presidente quien, en su opinión, pudo causar un grave conflicto.

El senador preguntaba, asimismo, qué trato se había dado al espectador tras, su detención.El público protestaba la invalidez del cuarto toro, que correspondía a Julio Aparicio, y gran parte de los espectadores de los tendidos 10 y 1 lo hacían vueltos hacia el palco presidencial, que se encuentra en aquel sector. De súbito, el presidente hizo uso del teléfono y poco después irrumpían en el tendido agentes de la autoridad que detuvieron a un espectador mediante forcejeo y en medio de un fenomenal escándalo.

En su contestación al senador Arévalo, el Gobierno dice que el presidente, "en el desempeño de sus funciones, se ajustó en todo momento" al contenido de la ley sobre potestades administrativas en espectáculos taurinos y del reglamento que la desarrolla, y hace un relato pormenorizado de su actuación, tanto en lo que concierne al incidente como a las sanciones que propuso aquella tarde.

La contestación del Gobierno menciona que el comisario Sánchez devolvió al corral dos toros -uno de ellos sobrero- y otro lidiado en primer lugar no lo devolvió "al considerar, previa consulta a sus asesores, que era útil para la lidia, criterio que compartían la mayoría de los espectadores". Y revela que sancionó a tres picadores por llevar sus caballos tapados ambos ojos, y a Julio Aparicio por inhibirse en la lidia y ordenar que le picaran un toro después de cambiado el tercio.

En cuanto a la detención del espectador, el Gobierno afirma que "insultó gravemente al presidente cuando el público se encontraba en silencio contemplando la faena"; que dos policías se acercaron a él para que se identificara; que el espectador se agachó e incitó a los demás espectadores con el fin de impedir la actuación policial, lo cual produjo que algunos arrojaran almohadillas a los policías uno de los cuales resultó lesionado".

El espectador -informa el Gobierno- fue conducido a la Comisaría, donde se incoaron diligencias -con escrupuloso respeto a sus derechos- por insultos al presidente de la corrida y resistencia a la autoridad, y tras declarar en presencia de abogado, fue puesto en libertad un juzgado de Madrid -añade el Gobierno- ha iniciado proceso penal contra el espectador, acusado de desobediencia.

El senador Arévalo manifiesta: "Ante esta contestación el Gobierno parece considerar ciegos y sordos a losmiles de espectadores que presenciamos aquella corrida en Las Ventas. Su versión está tan alejada de la verdad que resulta una ofensa para los asistentes. Incurre además en contradicción pues primero dice que 'insultó gravemente al presidente' y cuando se le denuncia al juzgado es por 'desobediencia' a la patrulla policial". Y añade: "Es falso que cuando el espectador protestó -como es su derecho- la actuación del presidente, los demás espectadores se encontraran en silencio; también que la mayoría del público considerara útil el primer toro".

"El Gobierno", continúa el senador, "se mofa de los espectadores parapetándose en la defensa absurda de quienes protagonizan decisiones que estuvieron a punto de provocar un grave problema de orden público". Y afirma: "Rechazo la contestación del Gobierno a mi pregunta por ocultar la verdad y proteger unos comportamientos negativos para la fiesta. Como testigo de los hechos me siento ofendido por la explicación del Ejecutivo en estos intolerables téminos".