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Tribuna
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"Soy un mirador"

"Cuando pienso en Miguel de Cervantes tengo presente, sobre todo, el Cervantes poeta, quien llegó a decir de sí mismo: 'Yo que siempre trabajo y me desvelo / por parecer que tengo de poeta / la gracia que no quiso darme el cielo". Versos que, por otro lado, como la crítica ha puesto de manifiesto, 'encubren una ironía bajo su fingida humildad.Porque yo, como Cervantes, creo que la poesía 'es como una doncella tierna y de poca edad, y en todo extremo hermosa, a quien tienen cuidado de enriquecer, pulir y adornar otras muchas doncellas, que son todas las otras ciencias ( ... ). Y porque Miguel de Cervantes fue un gran admirador de Garcilaso. ( ... )

Cuando en los años inmediatos a la terminación de nuestra guerra civil española un grupo de muchachos ( ... ) decidió la aparición de una revista [Garcilaso] donde se recogieron tanto nuestros primeros poemas como las primeras consecuencias que podíamos haber encontrado en nuestro apasionado contacto con la poesía, no pensamos nunca ni dictar un programa ni agrupar en torno nuestro unos nombres que estrecha y escolásticamente se consideraran sustentadores de unos principios por nosotros promulgados. Eramos jóvenes y se había mutilado nuestra formación. ( ... ) No eran tiempos de crítica ni siquiera de reflexión. Pues bien, Garcilaso nos parecía algo así como una palanca para alzar con más fuerza, mejor, con toda su fuerza, la continuidad de la poesía española. Y vimos, eso sí, que el poeta toledano servía de símbolo y referencia para algunas actitudes que de pronto se nos aparecían vivas y urgentes como nunca. Nos servían su juventud, su combatividad y su muerte. Nos servían su 'dulce discurrir', su sencillez, su armonía, su sosiego, su belleza. ( ... )

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La poesía es para mí una forma total de vida y de conocimiento. Creo en ella, aunque no la encuentre en mí. Sé bien dónde está la de los demás. Con la poesía a veces creo que soy un elegido por entender, por explicar el mundo con su esencia. Yo no soy el de ayer, y la poesía tampoco lo es. Creo que soy un buen lector de poesía y acaso no un hacedor de poesía. Eso sí, escribo con independencia, y soy incapaz de traicionarme o mentirme en un poema. ( ... )

Soy un mirador. El Miradero se llama un paseo de Toledo que tiene una larga barandilla que da a un dilatado paisaje con el Tajo hundido, con el río perdiéndose en el fondo. Yo he aprendido a mirar desde allí. Yo he mirado siempre. Yo tengo muy ejercitada mi capacidad de observación. Me he acostumbrado a mirar el mundo, a aprendérmelo con los ojos. Mirar es mi oficio, una manera de entendimiento. He mirado muy despacio, muy cerca, las piedrecillas de las playas; los fondos de las fuentes; la estructura de la nieve; el resplandor de una piel.( ... ) La palabra del poeta es un instrumento valiosísimo en cuanto es portadora de paz, y de armonía, de fe y de entendimiento para todos los hombres de 'todos los tiempos' (...) y nunca debe utilizarse como arma de segundos intereses. Lo peor que puede ocurrirle a un poeta es que confundan su misión de enriquecer la humanidad desde lo más puro de sus sentimientos con la de alimentar de manera excluyente las sensibilidades de determinados hombres. El político y el sociólogo saben bien que caminan hacia metas si no fijas sí susceptibles de ' programación, pero el poeta sabe que no hay meta posible. Dejemos a los poetas, no en su "torre de marfil", sino en su 'cárcel de amor', en su 'soledad sonora'( ... ), donde la orilla de la esperanza ilumina y aclara a los demás. No los obliguemos en su canto ni condicionemos su mensaje: 'Hasta que llegue. ¿Quién? El poema. ¿Por dónde? / ¿De qué lugar? ¿Sirviendo a qué gota de amor?"

Yo sé, Majestades, que he cantado muchas veces sin estar en verdadera situación de pureza. He escrito por amor, he escrito por fastidio; lo he hecho hasta por pequeños compromisos. He tenido tal holgura y he puesto tanta libertad sobre mi obra que no he temido ni a perderme un poco en ella. ( ... ) La misión de la poesía -al menos de mi poesía- no es tanto despertar conciencia' de una manera inmediata y polémica como despertar sensibilidad. No creo que sea misión de los poetas abrir los caminos del odio, sino del amor.

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