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NEUROLOGíA

La demencia en ancianos no está cubierta social y sanitariamente

Las personas que sufren demencia senil se encuentran desasistidas por el sistema sanitario y social actual, concluye una encuesta realizada como primera parte del Plan Español Antidemencia, una iniciativa privada para estudiar y proponer soluciones para el creciente número de pacientes con esta patología, ligada en su mayor parte a la edad avanzada. En 208 familias españolas consultadas en las que un miembro sufre demencia (Alzheimer o vascular al 50%, aproximadamente), los datos obtenidos indican que el 87% no recibe ayuda alguna para cuidar al paciente de esta enfermedad degenerativa e irreversible, a pesar de que en el 30% de los casos éste ha cotizado a la Seguridad Social durante 40 años. El coste estimado medio de un caso así en una familia es de un millón de pesetas anuales.La edad media de los pacientes es 78 años y el 71% son mujeres. Esta alta proporción se explica en primer lugar porque las mujeres son más longevas que los hombres y en segundo lugar porque se ha apreciado, al menos en el Alzheimer, una mayor propensión genética en las mujeres.

Factores de riesgo

En cuanto a factores de riesgo, el mayor es tener casos de demencia en la familia (en un 40%), seguido de la hipertensión y los problemas cardiovasculares, mientras que no se ha encontrado relación alguna con el hecho de que los pacientes fumen o beban. De los 400.000 casos de demencia senil que se estima existen en España, sólo un 10% está diagnosticado, explica Ramón Cacabelos, neurólogo y director del centro Euroespes, promotor del plan. Cacabelos se pronuncia por un replanteamiento urgente del sistema sociosanitario, que otros países ya han iniciado hace años, para tener en cuenta el aumento vertiginoso del porcentaje de población mayor de 65 años, de la cual entre un 10% y un 15% sufrirá demencia. "Este sí que es un problema sanitario grave y no las listas de espera", comentó.En su opinión, el internamiento del enfermo es la última y más costosa opción, siendo mejor la asistencia domiciliaria o a centros de día. Cacabelos repitió que es partidario del diagnóstico genético, para el Alzheimer, y del diagnóstico precoz de los síntomas, en todos los casos de demencia, para instaurar un tratamiento neuroprotector que, afirma, está probado que enlentece significativamente la progresión de la enfermedad. "Si se espera a que se mueran las neuronas la solución, si existiera alguna vez, sería mucho más difícil".

Los datos obtenidos por esta encuesta indican también que en su mayor parte los pacientes no son tratados con medicamentos específicos para la demencia (para la que no hay cura, por otra parte), sino con psicotropos (medicamentos reguladores de la conducta) para algunos de los síntomas.

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