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La traumatologia, gran perjudicada en el plan de choque contra las listas de espera

"Son operaciones caras y de larga hospitalización", declara Rafael Matesanz

La traumatología ha sido la gran pagana del plan de choque de listas de espera por el que el Insalud se comprometió a operar a 53.822 pacientes antes del 1 de enero de este año. Pertenecen a esta especialidad 1.632 de los 2.624 que quedaron sin intervenir ' la mayoría en Madrid. Buena parte de ellos lleva más de un año esperando una prótesis de cadera o rodilla. La complejidad, el precio y la larga estancia hospitalaria que requiere este tipo de cirugía, argumentan los responsables sanitarios, es la razón por la que se han hecho menos intervenciones de lo previsto.

La Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FASDP) considera que el Insalud ha cumplido su plan de choque contra las listas de espera acometiendo las operaciones más sencillas a costa de las que más afectan a la calidad de vida del paciente. Una parte importante de los enfermos que quedan por operar lleva entre un año y dos esperan do para recibir una prótesis de cadera o rodilla.El objetivo de estas intervenciones es aliviar el dolor o corregir una función, explica el traumatólogo Eduardo Hevia, del equipo de traumatología de la clínica de La Zarzuela en Madrid. Admite que lo que su pone esperar un año "depende mucho del tipo de vida que se realice". Pero explica que, en cualquier caso, serán pacientes esperando "con dolor y con una actividad limitada".

Rafael Matesanz, director general de Atención Primaria y Especializada, no, esquiva el problema que ello supone para los pacientes. más impedidos. "Quiero creer que a este tipo de personas se le ha dado prioridad- sobre otro", dice.

Varios son los factores que argumenta Matesanz. "Son operaciones con mucha estancia hospitalaria, en torno a los 15 días, lo que resta actividad para otras intervenciones. Son, además, caras. Su coste medio es de medio millón de pesetas", explica. Una segunda razón es que, generalmente, afectan a personas mayores con otras patologías asociadas. Esto hace, según Matesanz, "que sólo se pueda derivar a centros concertados en un porcentaje pequeño". Y la tercera razón es que "aunque se quieran mandar a centros privados la oferta es limitada en algunas provincias", asegura. Una dificultad añadida radica en que las prótesis de rodilla son una indicación quirúrgica relativamente reciente, cuya práctica aún no está generalizada.

La bolsa de 2.624 pacientes que no pudieron ser atendidos antes del 1 de enero -Matesanz asegura que ya están siendo operados- pertenece a las comunidades de Castilla-La Mancha, Castilla y León, Extremadura y Madrid. Pero es esta última comunidad, con 1.691 personas, la que más acumula. Castilla y León tenía pendientes 418 operaciones, Castilla-La Mancha, 93 y Extremadura 422.

Madrid es una región sanitaria de referencia, lo que hace que reciba enfermos de otras provincias, explica Matesanz. Pero se han conjugado otras circunstancias para que el hospital Doce de Octubre y La Paz aglutinen la mayoría de la bolsa de pacientes. "El denominador común es que son dos hospitales con una presión asistencial muy grande y que, además, partían con una lista de espera también muy grande". En el primer caso eran 5.832 pacientes y en el segundo 4.000. La presión asistencial, más exacerbada en el Doce de Octubre, se salda con 837 pacientes de traumatología sin operar en el plan de choque en este centro. Matesanz alude en el caso de La Paz al "largo periodo de interinidad de su equipo directivo, lo que hizo que incluso tardáramos en conocer la lista de espera real".

Las diferencias de criterio entre un centro y otro al considerar una operación explica también, para Matesanz, el hecho de que La Paz sea el único hospital que haya quedado con una lista en otorrinolaringología. "Allí se han indicado muchas más amigdalectomías [extirpación de amígdalas] que en otros", afirma.

El espectacular aumento este año de las infecciones respiratorias es el último argumento de Matesanz para explicar cómo la presión asistencial puntual ha retrasado el plan: "En algún caso tuvimos que suspender el plan por el aumento de los ingresos en de noviembre".

Finalizado el plan de choque, el Insalud reconoce una lista de espera global, en sus 10 comunidades, de 165.735 pacientes. Pero sus responsables sostienen que representan un 11% menos que en las situaciones más graves de 1995 y que no llevan esperando más de un año.

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