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La organización humanitaria dice que se busca una guerra sin testigos

El asesinato "premeditado" de seis delegados del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) mientras dormían en las habitaciones de la casa adjunta al hospital de campaña instalado en la localidad de Novíye Ataguí, a 17 kilómetros al sur de Grozni, ha sido "un ataque deliberado al fundamento mismo del CICR: la ayuda a los heridos y a la motivación del personal que se compromete con la causa humanitaria", declaró el jefe de operaciones, Jean de Courten.En una rueda de prensa, el directivo de la organización, visiblemente afectado por los acontecimientos, que han segado la vida a seis colaboradores de los 20 que dormían en el hospital y herido a otro, condenó con "vehemencia" este "cobarde" ataque perpetrado en la impunidad que concede la noche. Asimismo señaló que la manipulación y la presión que se está ejerciendo sobre el personal encargado de llevar la ayuda humanitaria a las poblaciones en peligro "es una voluntad de hacer las guerras sin testigos".

Segunda vez

Y es que ésta es la segunda ocasión que el personal del CICR ha sido objeto este año de ataques deliberados. El pasado junio murieron asesinados en Burundi tres delegados, y en Somalia, miembros del personal de la organización fueron secuestrados.Rubén Ortega, portavoz del CICR, manifestó a Efe estar "consternado y emocionado" por el asesinato de los seis colaboradores y expresó la "solidaridad" de la organización humanitaria con las familias de las víctimas. Se ha tratado, dijo, de un ataque "perpetrado de forma deliberada y en contra de las normas más elementales de la humanidad".

La primera reacción del CICR ha sido congelar las actividades en la zona mientras que se adopta una decisión definitiva, dejando al personal local a cargo de los cerca de 40 enfermos que se encuentran en el hospital.

Las difíciles condiciones de seguridad que se viven en el país han obligado en varias ocasiones a suspender las actividades de la organización. En la actualidad, también se encuentran Médicos Sin Fronteras de Francia y otra organización de manera intermitente trabajando en Chechenia.

Desde la apertura del hospital, el pasado 2 de septiembre, tras recibir la autorización de las partes en conflicto, el CICR había sido objeto de varias amenazas. En una ocasión se había cometido un secuestro que fue resuelto gracias a la intervención de las autoridades chechenas. "Es el tipo de incidentes que esperábamos en este contexto, casi siempre ligados al bandidaje", dijo Courten.

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