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Condenado a cinco años por corrupción un ex ministro de Jacques Chirac

Alain Carignon, ex ministro de Medio Ambiente en el Gobierno de Jacques Chirac (1986-1989) y de Comunicación en el de Édouard Balladur (1993), fue condenado ayer a cinco años de cárcel por corrupción, cuatro de ellos de obligado cumplimiento y uno en suspenso, por el tribunal de apelación de Lyón, que además ordenó su detención. Carignon, de 47 años, también ha sido privado de sus derechos civiles por el mismo periodo de la condena. Ayer ingresó en la cárcel de Villefranche-sur-Saône.El ex ministro conservador fue condenado en primera instancia en noviembre, pasado a cinco años de cárcel, tres de ellos de obligado cumplimiento. Ahora, los tres años de la primera instancia se 'han convertido en cuatro. Además, el procesado tendrá que pagar una multa de 400.000 francos (10 millones de pesetas). De los cuatro años de cárcel, Carignon podrá descontar los 203 días que ya ha cumplido en prisión provisional entre octubre de 1.994 y mayo de 1995. El ex ministro no acudió al tribunal para oír el fallo, sin duda para evitar ser fotografiado con las, esposas puestas cuando fuese conducido a la cárcel.

A Carignon, que, ha intentado durante el proceso implicar a otros políticos de la actual mayoría conservadora en el poder, como François Léotard o Pierre Mehagnerie, se le acusa de beneficiarse de ventajas financieras equivalentes a 20 millones de francos (500 millones de pesetas) a cambio de aceptar privatizar el suministro de aguas de la ciudad de Grenoble, de la que era alcalde. El tribunal también considera probado que disfrutó a bajo precio de un apartamento de 240 metros cuadrados en un lujoso barrio de París.

Todos fueron víctimas

El ex ministro intentó demostrar durante el proceso que su forma de actuar no fue distinta de la de sus colegas, y que todos fueron víctimas de las lagunas legales existentes en el ámbito de la financiación de la actividad política. Carignon cree que su condición de centrista le ha perjudicado, y que ni los gaullistas, ni los liberales, ni los democristianos han hecho por él lo que están dispuestos a hacer para proteger a sus colegas en conflicto con la justicia.Una reflexión amarga sobre la solidez de la amistad en política que hoy debe compartir también Bernard Tapie, ex ministro también, pero del Gabinete socialista de Pierre Bérégovoy. Tapie, que se ha convertido en un habitual de los juzgados como antes lo era del Parlamento o de las tribunas en los campos de fútbol, fue desposeído ayer de sus derechos cívicos por la Corte de Casación francesa, que rechazó su recurso contra una sentencia que disponía la liquidación judicial de sus bienes por bancarrota.

Tapie se enfrenta en estos momentos con cuatro causas distintas. La primera, que puede llevarle a la cárcel, está relacionada con la compra de un partido de fútbol.

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