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"Curar las divisiones del pasado"

Las 140 páginas de la primera Constitución democrática de Suráfrica pretenden "curar las divisiones del pasado y crear una sociedad basada en valores democráticos, justicia social y derechos humanos fundamentales ( ...) basada en. la voluntad del pueblo y [en la que] cada ciudadano está igualmente protegido por la ley", como reza su preámbulo.Suráfrica, que ha vivido durante los dos últimos años con una Constitución interina, es a partir de ahora una democracia parlamentaria con una Asamablea Nacional, elegida por un sistema de lista proporcional, y un Consejo Nacional de las Provincias, en el que cada una de las nueve provincias nombrará 10 consejeros función de la representación de los partidos a ese nivel provincial. Queda por definir cuál será la futura capital del país (en la actualidad, Pretoria) y el himno nacional. El país tendrá 11 lenguas oficiales.

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El corazón de la Constitución es la Carta de los Derechos del Hombre, que ilegaliza toda discriminación y protege todas las libertades, aunque junto a la de expresión se establecen límites: no se tolerarán ni la propaganda probélica ni la incitación a la violencia o al odio racial, étnico [tribal] y religioso.

Como evocación a la historia de la que viene el país quedan expresamente prohibidos la esclavitud, los trabajos forzados, la tortura, la detención sin juicio y todos los tratos inhumanos o degradantes.

El derecho de huelga ha entrado en la Constitución, pero no el derecho al cierre patronal que reclamaban los empresarios.

La propiedad adquirida en el pasado goza de garantías, con algunos límites, y se garantizan expropiaciones a precios de mercado.

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