_
_
_
_
_

Suráfrica entierra para siempre el "apartheid" con una Constitución pactada por negros y blancos

Suráfrica se dotó ayer de una Constitución, pactada por los dos principales partidos, que consagra una amplia relación de derechos y entierra para siempre al apartheid. La votación fue rotunda: 421 votos a favor, 2 en contra y 10 abstenciones. La decisión de la Asamblea Constituyente, reunida en Ciudad Cabo, fue recibida en la calle con cantos y bailes "Suráfrica renace hoy, limpia de su horrendo pasado, madura y mirando al futuro con confianza", dijo el presidente, Nelson Mandela. Pero la euforia se tornó en inquietud, cuando el vicepresidente Frederick W. de Klerk, anunció que su Partido Nacional (PN), el clásico partido de los blancos, estudia retirarse del Gobierno de la unión nacional. El rand, la moneda nacional se tambaleó.

Más información
"Curar las divisiones del pasado"
Fin de la gracia

Mandela sentía ayer que con la nueva Carta Magna veía hecho realidad su sueño de una Suráfrica para todos los surafricanos. "Esto es nuestra alma nacional, nuestra unión de unos con otros como ciudadanos", manifestó en su discurso ante una Cámara abarrotada. "Nunca las leyes de nuestra tierra separarán a nuestra gente o legalizarán su opresión y represión. Juntos marcharemos, de la mano, hacia un futuro más brillante". Pero Mandela también estuvo firme. La actitud de su partido, el Congreso Nacional Africano (ANC), el favorito de la mayoría negra, en todo el proceso negocia dor con los partidos de la minoría blanca "ha sido la de que no hubiera ni vencedeores ni vencidos". Pero el ANC, que obtuvo el 63% de los votos en las elecciones de hace dos años, tampoco puede, ha cer dejación de sus responsabilidades: "Tenemos el mandato de la mayoría". Quienquiera que se oponga a ese designio "será una voz que grita en el desierto, por que vamos a usar ese mandato".

De Klerk empleó un doble len guaje, literal y político. En la parte de su intervención en la que habló en inglés señaló que la nueva ley fundamental "constituye un punto de partida razonable". Pero cuando habló en afrikaner, la lengua de la minoría afrikaner, la creadora del régimen del apartheid y en la que tiene su electorado natural, el vicepresidente De Klerk estuvo virulento. La Constitución da "un golpe fatal al sistema multipartidista de toma de decisiones. En su lugar tenemos ahora un sisterna de dominación por la mayoría. Eso es un error". El último presidente blanco de Suráfrica explicó que, a pesar de tales objeciones, su grupo votaría sí porque de ese modo se salvaba a Suráfrica de un "inevitable choque en un referéndum que podría dañar irreparablemente los intereses del país". De Klerk abandonó sus notas para anunciar que "un consejo federal del Partido Nacional se reunirá la proxima semana para estudiar las consecuencias" de la votación de ayer, lo que fue interpretado como que el partido podría abandonar el Gobierno de unión nacional-Luego otro alto responsable de partido reconoció que el PN estaba dividido mitad y mitad entre favorables y contrarios de dejar el Ejecutivo. Los mercados reaccionaron inmediatamente a la baja. El rand perdió 11 céntimos con respecto al dólar, y se habló de que quizá haya que recurrir a la ayuda del Fondo Monetario Internacional en un próximo futuro si la divisa entra en un tobogán. El índice industrial de la Bolsa cayó un 2,5%, pero luego la compensó la subida del oro. Una reacción reveladora de lo precario del equilibrio político en Suráfrica que dejó en evidencia el voluntarismo de Cyril Ramapliosa, el presidente de la Asamblea Constituyente, quien dijo que la Constitución "es buena para los inversores y también buena para el rand".Educación en afrikaans

El acuerdo para aprobar la Constitución fue alcanzado en el límite del tiempo marcado hace dos años para ello y gracias al pacto del martes entre el ANC, el PN que permite que haya para quienes lo deseen, educación en afrikaans, lengua vista por la mayoría de los surafricanos como el mascarón de proa del régimen del apartheid, y ciertas garantías sobre la propiedad. Así se consiguió una aprobación del 86%, muy por encima de los dos tercios necesarios. Los 48 parlamentarios del mayoritaria mente zulú Partido de la Libertad Inkatha no asistieron.Una vez aprobada la Constitución, todo el interés se centró en las palabras de De Klerk, el reformista blanco que apuntilló al régimen racista. "Me olía que algo así iba a ocurrir", señaló un alto representante del ANC que aparentaba no dar mayor importancia al caso. "Lo que no quieren es ir a las próximas elecciones formando parte del Gobierno de unión nacional, así que tienen que buscar el momento de salir. Quizá han decidido que ahora es ese momento".

Los analistas reconocían que sólo era cuestión de tiempo que se produjera una ruptura entre un partido de talante izquierdista como el ANC y otro conservador como el Nacional, pero esperaban que la ruputura se produjera más cerca de abril de 1999, cuando están previstas las próximas elecciones generales.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_