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Sally Field cree que las mujeres vuelven a interesar en Hollywood

Considera acabado el cine "masculino y descerebrado"

Andrés Fernández Rubio

Sally Field hizo ayer en Madrid el trabajo sucio de promoción de Ojo por ojo, una bochornosa película de John Schiesinger que se estrenará en mayo. Field, una de las pocas actrices con dos oscars sobre el aparador, escurrió el bulto diciendo que su tarea no es juzgar a su personaje, una vengativa ama de casa que persigue y mata al asesino de su hija. La actriz es optimista con el momento actual de Hollywood, y afirma que las mujeres han vuelto al mapa tras años de cine. de acción "masculino y descerebrado".

Los intérpretes a veces tienen que pasar por estos tragos, y Sally Field, una de las actrices del sector liberal de Hollywood, partidaria "total", de Clinton, según dijo, defendió ayer como mejor pudo Ojo por ojo, cuyo título da una idea bastante clara del contenido. A la pregunta sobre si no cree que la película justifica la pena de muerte, los ajustes de cuentas y posiciones muy conservadoras, Sally Field endereza la espalda en su coqueto vestido color verde manzana y responde: "Mi tarea no es juzgar a mis personajes, sólo interpretarlos, comprenderlos. En este caso, no hago un juicio político porque la película es un thriller, no una obra de arte y ensayo, ni de política ni de moral; aunque, eso sí, el contexto es provocativo. Creo que se trata de una historia interesante: la de una persona que comienza a volverse loca como consecuencia de un hecho muy violento".Respecto al desafortunado título, Sally Field comenta: "Yo no tengo nada que ver con la mercadotecnia de la película. El argumento cuenta cómo la vida de esta familia y esta mujer cambia tras una situación terrible de violencia". Y añade que su interés por el personaje era contar "cómo alguien puede ir perdiendo el equilibrio mental y el sentido de la normalidad. No creo que sus decisiones sean sanas y productivas, simplemente se obsesiona".

Sally Field rechaza que la película, con Ed Harris y Kiefer Sutherland en el reparto, esté en la onda del movimiento conservador en Estados Unidos representado por el feroz candidato a la nominación republicana Pat Buchanan. El tema del auge fundamentalista en su país le parece interesante, "y tengo opiniones muy claras al respecto", dice. "Buchanan da miedo, lo mismo que los conservadores de los grupos religiosos". Field añade que en la próxima campaña apoyará decididamente a Clinton.

El público crecido

La actriz lleva hoy el pelo hasta los hombros y un peinado con las puntas hacia arriba, un vestido de manga corta y medias y botines negros. A los 49 años, transmite el encanto de la gente corriente, ése que le ha servido para interpretar a sufridoras de la cotidianidad y le ha dado dos oscars, por Norma Rae y En un lugar del corazón. "La situación en Hollywood para las mujeres se ha ido poniendo cada vez mejor desde que yo empecé hace 33 años", afirma. "No son saltos de gigante, pero sí tres pasos adelante y dos atrás. Ahora hay más papeles para actrices jóvenes, y aunque la cosa se pone más difícil para las mujeres cuando nos hacemos mayores, se está produciendo un fenómeno favorable: la del crecimiento de la generación a la que pertenezco, los baby-boomers. Antes, a los 40, tenías suerte si hacías una película al año. Sin embargo, ahora un puñado de nosotras trabajamos regularmente, y yo estoy llegando casi a los 50. Es una incógnita, porque esto no había ocurrido antes".

Donde sus partidarios ven un toque pizpireto y cándido de sonrisa inmediata, sus detractores advierten un forzado optimismo repelente. Sally Field, que comenzó su carrera en una serie televisiva en la que interpretaba a una monja voladora, se considera, en cierto sentido, una pionera. "Antes, las mujeres íbamos inventando sobre la marcha", comenta. "Donde no había nada, formábamos nuestras propias compañías. Goldie Hawn, yo, Jessica Lange, Jane Fonda, Barbra Streisand. Todas lo hicimos, era algo innovador pero la única forma de proporcionarnos trabajo. A partir de ahí, surgió un movimiento de mujeres con éxito que son productoras, directoras o guionistas. Este ha sido un cambio bastante grande. No es que lo motiváramos nosotras pero yo estaba allí, luchando sola con todas esas mujeres".

Cine independiente

Sally Field piensa que hoy algo está cambiando en Hollywood, y lo atribuye a varias coincidencias felices, entre ellas el auge del cine independiente. "Hace unos años el sistema era deprimente", señala. "Cine de acción descerebrada con hombres de ese tipo y nada de películas sobre el proceso humano. Fueron unos años en los que las mujeres fuimos barridas del mapa, y las películas pequeñas también. Pero como todo es cíclico ocurren cosas, por ejemplo el estallido del cine independiente. Muchas de las mejores películas del año proceden de ese campo, y los grandes estudios, cuando fracasan las películas lanzadas para convertirse en taquillazos, con la aparente seguridad de grandes nombres, tienen que detenerse y ponerse a pensar, lo cual es positivo. En este sentido, entramos en una época muy emocionante".

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