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Policías bosnio-croatas patrullan un barrio serbio abandonado de Sarajevo

Con las primeras luces de la mañana de ayer, casi medio centenar de policías de la federación bosnio-croata entraron por primera vez en Vogosca, uno de los barrios de Sarajevo bajo control serbio desde hace cuatro años. Iban acompañados por un número doble de agente; internacionales, mientras un masivo despliegue de fuerzas de la OTAN vigilaba la jornada. El inicio de este despliegue coincidió con el anuncio del ataque cardiaco sufrido por el presidente bosnio, Alia Izetbegovic.

El Gobierno bosnio anunció ayer que el vicepresidente de la federación, Ejup Ganic, sustituirá al presidente Izetgebovic mientras dure su enfermedad. Izetbegovic, de 71 años, fue hospitalizado urgentemente el jueves tras sufrir un ataque cardiaco. Su situación, según los médicos, es estable.Vogosca, donde vivían hasta hace unas semanas alrededor de 15.000 serbios, es ahora un barrio casi fantasma. El mando de la policía internacional estima en unas 2.000 personas las que permanecen en él, entre ellas las autoridades municipales serbias, que lo abandonarán antes de un mes. "Para el 19 de marzo", dijo el alcalde serbio, "se habrá ido todo el mundo".

El coordinador civil para Bosnia-Herzegovina, el sueco Carl Bildt, acusó ayer en Vogosca a las autoridades serbias y besnias de no haber hecho lo suficiente para evitar, el éxodo serbio, que se produce también en otros de los distritos que controlaban militarmente. Bildt añadió que, si en Sarajevo se produce una radical separación étnica, el ejemplo se reproducirá en otras partes de Bosnia.Cambio de banderas

Poco después de las siete de la mañana, la bandera serbia era sustituida por la de la federación, lo mismo que la placa de la comisaría del barrio, hasta ayer escrita en caracteres cirílicos. Expertos de la Alianza Atlántica en levantamiento de minas y en lucha anticomandos acompañaban este primer despliegue. Uniformes verde oliva para los nuevos agentes y coches patrulla verdiblancos. Son los mismos que en la ciudad sureña de Mostar identifican a los policías federales que comenzaron el jueves a trabajar conjuntamente con bosnios y croatas.

Tanto en Sarajevo como en Mostar se dan los primeros y balbuceantes pasos de la pretendida unificación, de las dos ciudades símbolo de la Bosnia no serbia. En Vogosca no se permitió ayer la entrada de civiles ni la de policías del Ministerio del Interior. El Ejército bosnio no podrá penetrar en él ni en los demás distritos que deberán entregar los secesionistas serbios antes del 20 de marzo. En esa fecha, el 5 51% del territorio de Bosnia debe estar bajo control de la federación bosnio-croata y el resto enmanos de la denominada Republika Srpska, entidad de los serbobosnios.

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El calendario para Sarajevo acordado en Dayton por los presidentes de Bosnia, Croacia y Serbia prevé que el próximo día 29 la federación se haga cargo del barrio serbio de Ilijas, que abre para los habitantes de la capital el camino a Bosnia central. Sucesivamente pasarán a control bosnio los distritos de Hadzici, Ilidza y finalmente Grbavica, en el centro de la ciudad. Serán en total 545 policías de la Federación los que vigilarán la seguridad de todos los barrios que vuelven a la soberanía del Gobierno de Sarajevo.

Mandos militares serbobosnios, cumpliendo lo prometido la víspera, se reunieron ayer en la ciudad norteña de Banja Luka con el jefe del sector británico, general Michael Jackson. La reanudación de los contactos, interrumpida por el general Ratko MIadic tras la extradición a La Haya de dos de sus colaboradores, detenidos por Sarajevo como presuntos criminales de guerra, es condición indispensable para que el Consejo de Seguridad decida el final de las sanciones contra el régimen de Pale.

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