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Normalidad y entusiasmo popular en la campaña de las municipales en Guinea

Alfonso Armada

La campaña electoral para las elecciones municipales democráticas de Guinea Ecuatorial transcurre con normalidad y un entusiasmo populares desacostumbrados para lo que "sigue siendo una dictadura africana", en palabras de un observador independiente que conoce a fondo la realidad de la antigua colonia española. La afirmación del líder opositor Severo Moto, presidente del Partido del Progreso (PP), de que los guíneanos "han, comenzado a perder el miedo" se constata día a día en la masiva asistencia a los mítines convocados por la Plataforma de Oposición Conjunta (POC).

"La campaña va muy bien", admite Celestino Bakale, coordinador de las elecciones por la POC en la zona de Malabo y miembro destacado de la dirección de Convergencia para la Democracia Social (CPDS), uno de los principales partidos de la plataforma opositora. Para Bakale y para cooperantes españoles que siguen en Guinea Ecuatorial hasta resulta insólita la falta de incidentes, el abierto comentario político de las gentes en la calle, algo hasta hace unas semanas casi imposible en el régimen de Teorodo Obiang, y, sobre todo, la escasa asistencia a los actos electorales del gubernamental Partido Democrático de Guinea Ecuatorial (PDGE), hasta el punto de que, según informaciones independientes procedentes de la ex colonia española, "han tenido que suspender muchos mítines".El pasado domingo, 2.000 personas abarrotaron un mitin de la POC en Malabo. "No ha habido incidente de ningún tipo con Ias fuerzas de seguridad, y nuestros equipos de megafonía electoral recorren las calles de las ciudades sin ningún problema", relata Bakale.

La oposición asegura que tendrá representantes propios en 796 mesas electorales en todo el territorio nacional" salvo en 46 de la región de Mongomo y Móngomeyen, la zona de la que es originario Obiang y el clan que le respalda, donde las condiciones de seguridad aconsejaban mantenerse al margen.

Temor al fraude

El temor al fraude electoral, sin embargo, sigue pesando. El régimen hizo un gesto hacia el exterior tras liberar a Moto y a los condenados junto a él por un presunto golpe de Estado, juicio sumarísimo que fue una farsa legal. Sin embargo, unas elecciones que resultan vitales para conocer la voluntad democratizadora de Obiang contarán "únicamente con 14 observadores para todo el país", según, fuentes del Ministerio español de Exteriores. Nueve procederán de países occidentales: dos españoles, dos franceses, dos alemanes y tres de la ONU. El resto, de cinco de países africanos. También, pesa el hecho de que la prensa internacional, y sobre todo la española, se ha encontrado con obstáculos insalvables para poder viajar a Guinea e informar de las elecciones.En un informe sobre el desarrollo de la campaña, hecho público esta semana por la POC, se critica que las listas del censo electoral no hayan sido expuestas al público, como prevé la propia ley electoral, y que los delegados del Gobierno, según, instrucciones del Ministerio del Interior, dieran "órdenes de excluir de las listas censales a personas que notoriamente estuvieran relacionadas con la oposición". Tales fueron los casos de exclusión de más de 500 ciudadanos de Ebebiyin y 1.000 en el municipio de Baney".

En su informe, la oposición denuncia que Obiang, en una gira por todo el país, ha sembrado el temor a una guerra civil, provocada por la violencia que "emplea la POC en colaboración con España". La propia Plataforma de Oposición Conjunta ha pedido explícitamente a España que condicione la reanudación de las ayudas a Guinea Ecuatorial a la celebración de unas elecciones limpias y transparentes.

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