Los defensores de la libertad
La Milicia de Michigan, que dice tener 12.000 miembros activos, cree que su principal enemigo es una Administración central decidida a enagenar los derechos individuales de los ciudadanos, entre ellos y sobre todo, el de poseer armas. Uno de los sospechosos detenidos ayer en relación con el atentado del miércoles en Oklahoma podría estar vinculado a este grupo paramilitar que propugna la superioridad de la raza blanca y que es conocido también por su oposición frontal al Gobierno federal de Estados Unidos.Al igual que otras agrupaciones de este tipo, que se estima operan en al menos 30 estados del país, los milicianos de Michigan denuncian que el aborto legal y las reformas educativas son contrarios a la Constitución de EE UU.
Ray Southwell, miembro de la Milicia de Michigan, explicó recientemente a los medios de comunicación que el movimiento se inspiraba en las "lecciones enseñadas por el Gobierno norteamericano es decir: "No tenemos control sobre nuestra vida, nuestros hijos o nuestros hogares. El Gobierno está en control. Y si respondes, caerán sobre ti con dureza. Nos estamos preparando para defender nuestra libertad".
Realizan habitualmente prácticas de entrenamiento en la parte Norte de ese Estado del Medio Oeste y acusan a Washington de haber vendido el alma a potencias y organismo extranjeros y haber hecho, al país perder su lugar de primera potencia mundial en aras de la cooperación internacional. Para ellos, la ONU y el Tratado de Libre Comercio son "ursurpadores de su soberanía nacional". Las imágenes de los milicianos de Michigan, ataviados con indumentaria militar, conjuran recuerdos del pasado y comparaciones con los grupos armados de granjeros que se levantaron contra el mandato británico hace 200 años. Con armamento pesado y sin miedo a utilizarlo, estos hombres y mujeres forman parte de una creciente ola de resentimiento frente a la autoridad.
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