Asesinado en Argelia el director de una productora de televisión
Alí Boukerbache, director y propietario de la productora de televisión Media TV, se convirtió ayer en el periodista número 32 que cae segado por las balas del integrismo islámico en Argelia. Boukerbache, de 53 años de edad, fue asesinado a tiros en un cruce de carreteras al este de Argel, según informaron los servicios de seguridad.El nuevo atentado mortal se produjo menos de 24 horas después de que la popular periodista de la televisión argelina Rachida Hammadi resultara herida de gravedad a la puerta de su domicilio. Rachida se debate entre la vida y la muerte en el hospital militar de Argel. Su hermana Huría, que la acompañaba, murió a causa de los disparos del presunto comando integrista que las tiroteó.
A la ofensiva contra los periodistas sumó ayer el Frente Islámico de Salvación (FIS) el ultimátum lanzado a los funcionarios del Gobierno para que abandonen sus puestos de trabajo o se atengan al riesgo de morir, de acuerdo con un comunicado publicado en el diario Al Hayat, que se imprime en Londres. La advertencia fue lanzada por el brazo militar del FIS. El mismo rotativo daba cuenta de una amenaza del Grupo Islámico Armado (GIA), el más radical de los movimientos que combaten al régimen de Argel, contra los otros grupos islamistas. El GIA subraya que "la única vía para la instauración de un califato ortodoxo en Argelia está en manos del GIA, mediante la yihad [guerra santa islámica]".
El Gobierno argelino, por su parte, desmintió ayer que los líderes históricos del FIS, Abasi Madani y Alí Belhay, hayan sido encarcelados de nuevo, tal y como informaron hace días varios diarios árabes. El periódico Aharq al Awsat, distribuido en varias capitales árabes y occidentales, publicó el domingo una entrevista con el primer ministro argelino, Mokdad Sifi, en la que aseguraba que algunos responsables del FIS "han sido devueltos a la cárcel". Abasi y Behlay fueron excarcelados el 13 de septiembre de la prisión militar de Blida, a unos 42 kilómetros de Argel, y trasladados a una residencia estatal en Argel.
