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Pierde fuelle la presidencia de la UE

Enric González

Édouard Balladur afirma que es posible la unión monetaria europea en 1997, y que hay que hacer lo necesario para conseguirla. Su ministro de Asuntos Exteriores, el chiraquista Alain Juppé, dice que la unión monetaria es imposible en 1997 y que lo apropiado es trabajar para asegurarla en, 1999. Con tales disensiones en el seno del Gobierno, exacerbadas por la campaña electoral, no es extrano que la presidencia francesa de la Unión Europea haya arrancado con muy mal pie, y que sus objetivos sean cada vez más modestos.Todas las esperanzas se concentran ahora en la consecución de un acuerdo definitivo sobre Europol, la agencia policial europea, y sobre Schengen, para eliminar fronteras interiores.

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Con eso, y con un buen resultado de la Conferencia para la Estabilidad en Europa dentro de tres semanas, el Gobierno francés se daría por más que satisfecho.

La cuestión del mercado audiovisual europeo ha quedado aplazada, la ayuda de la UE a los países subdesarrollados está bloqueada por el desacuerdo entre Francia y Alemania, y sobre los plazos de la unión monetaria previstos en Maastricht pesa una absoluta incertidumbre.

Mal comienzo

"Es normal que las primeras semanas de una presidencia semestral muestren malos resultados, porque cada país fuerza un poco su posición e intenta obtener los acuerdos que más le convienen; luego, conforme se acerca el final del semestre, el clima es más favorable al consenso y van cuajando las cosas", afirmó un miembro del gabinete de Alain Lamassoure, ministro para Europa. "Sería injusto juzgar nuestra presidencia sólo por un principio no demasiado bueno", agregó.

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Al problema de la división entre balladuristas y chiraquistas en el Gobierno francés, se suman otros dos inconvenientes externos: uno, general, la pérdida de impulso de la construcción europea; otro, muy concreto, el cambio de presidente y de comisarios en Bruselas. "Jacques Santer y sus nuevos comisarios necesitan un poco de tiempo para asentarse, y mientras tanto se corta el ritmo", afirmó un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, quien aseguró que las disensiones gubernamentales habían sido "exageradas por la prensa".

"Unos y otros, balladuristas y chiraquistas, nos esforzamos por mantener el consenso en los puntos básicos de la presidencia europea", dijo la misma persona, para reconocer acto seguido que "en algunos asuntos", como la cuestión del mercado audiovisual, "había faltado coordinación".

El ministro del Presupuesto, el balladurista Nicolas Sarkozy, y el ministro de Cultura, el chiraquista Jacques Toubon, expresaron opiniones casi enfrentadas durante la reunión de ministros europeos que, en Burdeos, fracasó en el intento de conseguir algún tipo de acuerdo sobre el mercado audiovisual.

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