_
_
_
_
VIOLENCIA INTEGRISTA EN ARGELIA

El Gobierno francés ofrece su ayuda para liberar a los rehenes

El secuestro en el aeropuerto argelino Huari Bumedian del Airbus300 de Air France ha tenido una enorme repercusión en Francia. Si se incluye a los -12 miembros de la tripulación, no menos de 40 ciudadanos franceses estaban en manos de los cinco islamistas que el pasado sábado se apoderaron del avión. El gobierno reaccionó creando una célula de crisis en la que participan los ministerios de Exteriores, Defensa, Interior y Transportes, la presidencia de la República, la compañía Air France y el alto mando militar.

Más información
Setenta extranjeros han sido asesinados por el Grupo Islámico Armado

Alain Juppé, el titular de Exteriores, declaró que el Gobierno ha "alertado a las fuerzas que, en el caso de que fuese necesario, pueden aportar su asistencia". Dichas fuerzas no son otras que los GIGN (Grupo de Intervención de la Gendarmería Nacional), una policía especializada en la lucha contra el terrorismo que ya ha intervenido en el extranjero en otras ocasiones.Miembros del GIGN están esperando en Mallorca la orden de intervención, según fuentes del Ministerio del Interior francés. Juppé no lo desmintió. El ministro de Exteriores señaló que la "ayuda francesa" sólo podría darse "si fuera solicitada por las autoridades argelinas", bajo cuyo control deberían desarrollarse las operaciones. Juppé señaló también por televisión que Francia está dispuesta a acoger al avión secuestrado y a "considerar a cualquier iniciativa que permita poner fin a este drama".

Si el presidente de la República, François Mitterrand, quiso que se supiese que seguía atentamente todo cuanto sucedía en torno al secuestro, el primer ministro francés, Edouard Balladur, interrumpió ayer sus vacaciones en Chamonix, en los Alpes franceses, para acudir a París e incorporarse a la célula de crisis. Balladur mantuvo una conversación telefónica con su homólogo argelino, al qué ofreció "toda la ayuda que pueda contribuir al desenlace del conflicto".

Los especialistas del GIGN, que han formado tropas de élite argelinas, disponen de medios técnicos para localizar la posición de los secuestradores en el avión, gracias en parte a un entrenamiento especial realizado con la colaboración, de técnicos de Air France. Las tripulaciones de esta compañía que vuelan a Argelia las forman voluntarios y han de seguir unas normas de seguridad muy estrictas.

El Gobierno francés, no obstante, recuerda que "el drama se desarrolla en territorio argelino, bajo la responsabilidad de las autoridades argelinas". El pasado verano, los ministros del Interior y de Exteriores ya mantuvieron un enfrentamiento debido a su distinta concepción de las relaciones con el Gobierno de Argel.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Mientras Juppé cree que es necesario tender puentes hacia el FIS, Charles Pasqua, responsable de Interior y Ordenación Territorial, considera que lo que conviene a Francia es declarar la guerra a los islamistas y prestar todo el apoyo a los militares argelinos en el poder.

En el aeropuerto de Orly centenares de personas esperan, desde el día de Nochebuena, la llegada de los familiares o amigos secuestrados por los piratas del aire. La noticia de los dos asesinatos cayó como un jarro de agua fría sobre estas personas.

Ariwar Haddam, jefe de la delegación parlamentaria del FIS, exiliado en los Estados Unidos, declaró por su parte que condena "el principio" de la toma de rehenes porque no cree "que pueda servir a la justa causa del pueblo argelino". Sin embargo, Haddam considera que estas acciones "expresan una gran frustración, sobre todo hacia Francia, ya que su Gobierno se ha implicado en una nueva guerra de Argelia al aportar su apoyo político y militar al poder argelino".

La compañía Air France ha suprimido momentáneamente todos sus vuelos a Argelia.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_