La fiscalía acusa a un diputado del PRI de haber ordenado el asesinato de Ruiz Massieu
La operación criminal que el miércoles último acabó con la vida del secretario general del Partido Revolucionario Institucional (PRI), José Francisco Ruiz Massieu, fue tramada, según la Procuraduría General de la República, por el diputado del PRI Manuel Muñoz Rocha, presidente de la Comisión de Asuntos Hidráulicos de la Cámara, y el ex dirigente de este mismo partido Abraham Rubio Canales, que actualmente cumple condena por un desfalco a las arcas del Gobierno, que aparecen como autores intelectuales del crímen.
Según las investigaciones en curso, la operación contemplaba una segunda etapa: tanto el asesino, Daniel Aguilar Treviño, como su cómplice Carlos Ángel Cantú, que se entregó a la policía el sábado, iban a ser ejecutados por los autores intelectuales del atentado para evitar que la trama fuera descubierta.Aguílar Treviño, el joven que descargó el tiro mortal sobre el cuello de Ruiz Massieu, tenía las, horas contadas. Según el testimonio del detenido Jesús Sánchez, chófer del diputado Muñoz Rocha, los dos sicarios contratados para ejecutar el crimen, el asesino Aguilar y su cómplice Cantú, jóvenes de extracción humilde reclutados en Tamaulipas, iban a ser asesinados para que no quedara huella sobre las personas que encargaron el crimen.
Sánchez, de quien el diario Excelsior reveló que llegó a trabajar un tiempo como guardaespaldas del senador Miguel Alemán, ex jefe de finanzas del PRI e hijo del que fuera presidente de México del mismo nombre, cuenta con antecedentes criminales que le relacionan en el pasado con dos asesinatos. De su declaración a la policía se des prende que tanto él como los hermanos Jorge y Fernando Rodríguez González -este último secretario técnico del diputado Muñoz Rocha- y los dos sicarios se reunieron el miércoles en un domicilio particular de la capital mexicana para preparar el crimen.
Todos estuvieron cerca del autor del atentado cuando éste disparó sobre la víctima. Unos para ayudarle en la huida y otros para comprobar que efectivamente daba muerte a Ruiz Massieu.
El diario Excelsior publicó ayer una fotografía en la que Fernando Rodríguez, aún prófugo, asoma la cabeza junto a varios curiosos que acuden, alarmados por el atentado, a contemplar el cuerpo ensangrentado y aún con vida de Ruiz Massieu.
Sin embargo el operativo falló porque Aguilar Treviño cambió su itinerario de huida y fue capturado inmediatamente. Eso le permitió salvar su propia vida. Incluso se ha podido saber también que, con el fin de despistar a la policía, las personas que orquestaron el crimen tenían previsto dejar como rastro falso junto a los cadáveres de ambos jóvenes tres cuernos de chivo, armas que habitualmente usan los narcotraficantes. Este testimonio es consecuencia de la declaración por separado del chófer Jesús Sánchez y de Jorge Rodríguez Fernández, hermano del fugado secretario técnico del diputado Muñoz Rocha. Ambos señalaron, también por separado, que Muñoz Rocha, en paredero desconocido, es el responsable máximo del crimen.
La investigación revela que, entre los detenidos por la policía, figuran Daniel Aguilar, autor del disparo; Carlos Ángel Cantú, amigo del anterior y cómplice del crimen; Jesús Sánchez, chófer del diputado Muñoz Rocha y persona que debería haber matado a los sicarios, y Jorge Rodríguez González, cuya misión fue contratar a los autores del crimen con dinero (50.000 pesos, dos millones de pesetas) facilitado por su hermano Fernando.
Otra persona que permanece bajo interrogatorio es el ex dirigente priista Abraham Rubio Canales, que fue trasladado desde la cárcel de Acapulco, donde cumplía condena, a las dependencias de la Procuraduría General de la República de la capital mexicana. La única persona, clave en este rompecabezas, que se encuentra huido es Fernando Rodríguez González, secretario de Muñoz Rocha.
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