Cerrado por vacaciones
La actividad de música clásica en España se desinfla durante la época navideña en las grandes ciudades. No hay una tradición asentada de conciertos especiales en estas fechas, como la que tienen Nueva York, Berlín, Viena o Londres. La única costumbre comparable a la programación de la opereta El murciélago, de Strauss, en Viena, la ópera infantil Hansel y Gretel, de Humperdick, en Alemania, o el ballet Cascanueces, de Chaikovski, en París o Nueva York, era la repetición anual en Bilbao de la zarzuela Los sobrinos del capitan Grant. Este año tampoco estará presente en la villa del Nervión, donde la dirección del teatro Arriaga ha preferido volver a montar La traviata los días 30 de diciembre y 2 de enero.La música clásica se concentra estos días en lugares pequeños, iglesias, agrupaciones locales, coros y orfeones. Reciente es todavía la instauración de la Gala de Reyes de Madrid, organizada por Plácido Domingo, pretenciosa imitación a la española del Concierto de Año Nuevo en Viena, y la despedida anual (el día 23, este 1993) con la Novena de Beethoven de la Sinfónica de Madrid. Cabe destacar, no obstante, la feliz idea de la Orquesta de Radiotelevisión de organizar el día 2 de enero por la mañana un concierto popular bajo la denominación Música en familia.
La Orquesta Nacional y las autonómicas, los ciclos de grandes orquestas o de cámara y polifonía cierran estos días por vacaciones. Se pasa de la saturación al vacío con la misma naturalidad que en el verano desaparece la música de las ciudades, muy lejanos todavía los hábitos y cultura de experiencias tan apasionantes como los Prom's (conciertos de paseo) de Londres.
Así, con este panorama, los aficionados musicales se concentran estos días en las retransmisiones televisivas, especialmente en el concierto de Año Nuevo desde Viena, o incrementan sus discotecas, videotecas o lasertecas con los habituales autorregalos. También más de uno descansa y se prepara para el próximo aluvión a partir de mediados de enero. Es, en cualquier caso, difícil comprender tanta planificación a ráfagas o tan excesivos altibajos en la oferta musical.
